Durante la conmemoración del 43 aniversario de la fundación de la Policía Nacional, realizada el miércoles 28 de septiembre en Managua, el jefe de esa institución, primer comisionado Francisco Díaz, lanzó una seria amenaza que pasó desapercibida debido a que todos los focos estuvieron en el dictador Daniel Ortega y sus insultos a la Iglesia católica, Estados Unidos y al presidente de Chile, Gabriel Boric.
«A 43 Años de vida institucional, a 4 años del intento de golpe de Estado fallido, mantenemos el principio de no repetición, no repetición», dijo Díaz en su discurso.
«Continuamos alertas, vigilantes, con la paz no se juega, no pudieron ni podrán», manifestó en directa advertencia a la oposición o cualquier otra persona que se atreva a protestar en contra del régimen.
La amenaza se da en momentos en que la dictadura ya tiene a varios sacerdotes presos y en diversas localidades ha prohibido la realización de procesiones aduciendo «razones de seguridad interna».
Exembajador Arturo McFields condena racismo de Daniel Ortega
Díaz fue sancionado por el Departamento de Tesoro de los Estados Unidos, por su participación en la represión gubernamental del 2018. Ese año fue puesto al frente de la Policía por su consuegro Daniel Ortega.
Además de Díaz, la Policía como institución y los principales jefes están sancionados por violaciones a los derechos humanos.
La Policía es considerada el principal órgano represivo de Ortega y la encargada de garantizar el estado de excepción de facto en Nicaragua, para evitar manifestaciones y protestas antigubernamentales.
Un centro de torturas manejado por la Policía
En estos momentos más 200 opositores se encuentran encarcelados, una buena parte de estos en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote. Esta cárcel es manejada directamente por la Policía y, según denuncian organismos de derechos humanos, allí ocurren torturas y toda una serie de violaciones a la integridad de los detenidos.
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