América Latina podría tener un rol importante en la política exterior de Estados Unidos durante los próximos cuatro años tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, particularmente en temas como migración, seguridad y economía, según expertos, que fueron eje de la campaña republicana.
“La mayor parte de lo que afectará a América Latina será la política interna de Estados Unidos (…) las políticas económicas que afectan, por ejemplo, la inflación, las tasas de interés o la política comercial afectarán claramente a la región, al igual que las restricciones a la inmigración que la administración Trump está tratando de imponer en la región”, dijo a la Voz de América Eric Farnsworth, director de la oficina de Washington del Consejo de las Américas.
Es decir, que a juicio de este experto, países como México y Venezuela toman particular protagonismo. En el caso de México por ser un lugar de tránsito hacia la frontera de Estados Unidos y socio comercial; Venezuela, por la cantidad de migrantes indocumentados de esa nacionalidad que llegan a territorio estadounidense.
De acuerdo con datos oficiales, alrededor de 313.496 venezolanos indocumentados fueron interceptados por autoridades migratorias en el último año. Como candidato, el republicano prometió deportar de manera expedita precisamente a migrantes venezolanos, enfocándose en los que cataloga como “criminales”.
“México y Venezuela ambos van a ser centrales en cualquier política migratoria del gobierno de Trump. Lo que yo te diría es que el presidente Trump ha mostrado ser impulsivo y muy impredecible, pero en temas migratorios y en el tema de tarifas ha sido consistente. Podemos esperar que las promesas de campaña de ir fuerte contra la migración, de deportaciones, de tarifas, van a ocurrir”, explicó Tamara Taraciuk Broner, directora del programa de Estado de Derecho de Diálogo Interamericano.
Durante su mandato anterior, tuvo una relación de altibajos con América Latina con fuertes medidas hacia Venezuela, recortes de ayuda a Centroamérica y momentos tensos con México.
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Estrategia económica
A la migración se suma la relevancia económica de la región. En uno de sus últimos eventos de campaña, Trump aseguró que “si no detienen esta avalancha de delincuentes y drogas que ingresan a nuestro país desde México”, va a “imponer inmediatamente un arancel del 25 % a todo lo que envíen a Estados Unidos”.
Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta de México, no respondió directamente a esas expresiones de Trump, sin embargo, aseguró que “no hay motivo alguno de preocupación” pues está convencida de que México tendrá buenas relaciones con su socio y vecino del norte. El jueves la líder mexicana informó en su perfil de X que había tenido una “muy cordial” conversación telefónica con Trump y aseguró que hablaron de “la buena relación que habrá” entre ambos países.
“Los aranceles y las restricciones comerciales serán parte de la caja de herramientas para intentar influir en los intereses de los países, para ayudar a Estados Unidos a restringir el flujo migratorio hacia ese país”, agregó Farnsworth, al decir que habrían esfuerzos para alentar a las empresas a invertir en Estados Unidos y no en países extranjeros. “Se trata de una agenda económica muy nacionalista que afectará a América Latina y el Caribe”.
Trump, por su lado, días atrás expresó: “ Tenemos una nueva presidenta de México. Supuestamente es una mujer muy, muy agradable, dicen. No la he conocido. Y voy a informarle el primer día, o antes, que si no detienen esa avalancha de delincuentes y drogas que ingresan a nuestro país, voy a imponer inmediatamente un arancel del 25 % a todo lo que envíen a Estados Unidos”.
Alianzas y retos con otros presidentes
Los líderes latinoamericanos también tienen su ojo en la nueva presidencia estadounidense. Las relaciones de Trump con ellos, según los expertos, tendrá que ver mucho con las personalidades y cómo se promueven los intereses mutuos.
“Hay algunos líderes con los que el presidente Trump parece tener cierta afinidad, el presidente Milei en Argentina, tal vez el presidente Bukele en El Salvador. Algunos líderes tienen un enfoque más libertario o derechista tradicional para gobernar”, dijo el director de la oficina de Washington del Consejo de las Américas.
Otros mandatarios que son “percibidos como socialistas” como Gustavo Petro en Colombia o Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil “podrían encontrarse en términos complicados con algunos de los miembros de la administración”, apuntó.
Bukele fue uno de los primeros mandatarios que felicitó a Trump por su triunfo. Otros líderes de la región saludaron a Trump tras su victoria, entre ellos José Raúl Mulino en Panamá, Xiomara Castro en Honduras, Bernardo Arévalo en Guatemala y Daniel Noboa en Ecuador.
“Felicidades al presidente Donald Trump por su triunfo en las elecciones y por ser elegido por el pueblo de Estados Unidos en una jornada pacífica y democrática. Le expresamos nuestros mejores deseos para que su administración fortalezca las relaciones con América Latina y el Caribe”, escribió Xiomara Castro en su cuenta de X.
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La influencia de China en la región
Las actividades de China en América Latina podrían atraer particular atención al nuevo gobierno de Trump. Durante su primer mandato, el presidente electo se mostró interesado en el tema, y ahora, parte de su retórica de campaña ha sido minimizar la influencia china en diferentes lugares del mundo.
“Están apuntando específicamente a las inversiones chinas en la región y a las importaciones chinas a los Estados Unidos a través de la región”, dijo Farnsworth.
Finalmente, los eventuales acercamientos a la región, dijo el experto, van a depender de la persona que sea nombrada para liderar el Departamento de Estado. Uno de los nombres que más suena para el puesto es el de Marco Rubio, senador de Florida y excandidato presidencial.
“Rubio ha estado involucrado en asuntos de política exterior en el Senado, particularmente en temas de América Latina, y tiene relaciones sólidas en todo el partido”, explicó Farnsworth.
Analistas estiman que la victoria de Trump tendrá importantes implicaciones para las políticas comerciales y de cambio climático de Estados Unidos, la guerra en Ucrania, los impuestos de los estadounidenses y la inmigración.
El republicano ha ofrecido pocos detalles sobre política exterior, pero sus partidarios dicen que la fuerza de su personalidad y su enfoque de «paz a través de la fuerza» ayudarán a doblegar a líderes extranjeros a su voluntad y a calmar lo que los republicanos describen como un «mundo en llamas».
Trump asumirá de nuevo la presidencia el 20 de enero de 2025.