Los maestros que laboran en colegios subvencionados de la Iglesia católica, recibirán su salario a través del Ministerio de Educación (MINED), así lo anunció la vocera gubernamental Rosario Murillo.
“Aquí tengo la nota que ha hecho llegar el ministro de Hacienda, Iván Acosta,donde se informa que todos los centros escolares subvencionados serán pagados directamente por el Ministerio de Educación”, aseguró Murillo.
La también vicepresidenta del país dijo que con esta medida “no se van a atrasar las clases” y que van a “ordenar el pago de los maestros a partir de la próxima semana”.
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Iglesia acusada de “lavado de dinero”
Las declaraciones de Murillo se dan luego del congelamiento de las cuentas bancarias de la Iglesia católica, acusada por el régimen de ser “una red de lavado de dinero”, además de la feroz cacería que el régimen ha emprendido contra varios colegios religiosos que estaban bajo tutela de organizaciones religiosas.
Los señalamientos contra la Iglesia católica se hicieron públicos mediante un comunicado emitido el 27 de mayo por la Policía en el que indicaron que a través de sus investigaciones confirmaron “la sustracción ilegal de recursos de cuentas bancarias que se había ordenado por Ley congelar, así como otros ilícitos que todavía están siendo investigados como parte de una red de lavado de dinero que se ha descubierto en diócesis de distintos departamentos”.
Fue hasta esta semana que los maestros de los centros escolares religiosos subvencionados, recibieron su salario. La entrega fue realizada por el delegado del MINED en Managua, Sergio Mercado, quien al momento de la entrega dijo a los docentes que los sacerdotes se “robaban el dinero” que el régimen depositaba en las cuentas de estos y que eran destinados para el pago de planillas.
Las embestidas del régimen contra la Iglesia católica de Nicaragua no cesan, en los últimos cinco años ha perpetrado más de 500 ataques contra ella, según informes presentados por la abogada e investigadora Martha Patricia Molina. Pese a todo ello el cardenal Leopoldo Brenes guarda silencio.
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