Don Enrique Jarquín Mendoza, padre del jovencito de 14 años que fue encontrado calcinado en un predio montoso en Matagalpa, sospecha que su hijo pudo haber sido asesinado.
“A mi hijo se lo quemaron. Sospecho que lo mataron”, expresó entre lágrimas el señor Jarquín Mendoza cuando fue abordado por el oficialista Canal 8 de televisión.
“Somos de Siuna y estábamos trabajando en una finca cafetalera llamada La Camelia. Nos pidieron que lleváramos unos manojos de leña, y lo envié. Cuando regresé, encontré todo carbonizado”, relató el padre del menor.
El cuerpo sin vida del jovencito fue encontrado calcinado un predio montoso que fue arrasado por las Ilamas a un lado de la carretera que conduce al hospital César Amador Molina, en el barrio Carlos Roque de Matagalpa.
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En la zona donde fue encontrado el cuerpo calcinado, había ocurrido un arrasador incendio en horas del mediodía de este sábado 10 de febrero, que arrasó con toda la maleza.
Preliminarmente se maneja que el joven se encontraba en medio de la propiedad no habría tenido tiempo de salir y quedó atrapado entre las llamas.
Autoridades policiales realizan las investigaciones
El cuerpo del joven fue rescatado por un equipo de bomberos de Matagalpa, y tenía muestras de quemaduras en la totalidad de su cuerpo. Posteriormente fue trasladado a medicina legal para la realización del debido proceso y determinar las verdaderas causas de su muerte.
La Policía de Matagalpa se presentó a la zona del incendio para realizar las averiguaciones respectivas y poder esclarecer el caso.
El menor era originario del municipio de Siuna, en la Región Autónoma del Costa Caribe Norte (RACCN), y según el relato de su padre, estaban residiendo en el barrio Las Marías de Matagalpa, donde habrían llegado para trabajar en los cortes de café.
Este es el segundo caso de personas que fallecen calcinadas en incendios forestales, que se registra en lo que va de este 2024, el pasado 30 de enero Juan José Morales pereció en el municipio de Somotillo, del departamento de Chinandega, cuando intentaban apagar el fuego que amenazaba con arrasar un predio montoso en la finca donde trabajaba.