El régimen ha anunciado la entrega del bono escolar de dos mil córdobas para el 15 de enero. Según Rosario Murillo, es un “bono presidencial” pero detrás de esta aparente generosidad hay una cara menos visible: el bono no es un regalo personal de la dictadura, sino dinero proveniente de los impuestos que pagan todos los nicaragüenses.
Aunque es una ayuda para los padres de familias, solo alivia sus bolsillos puesto que los costos para suplir la mayor parte de los útiles escolares superan los dos mil córdobas. Una mochila, según un medio oficialista que invita a los lectores a “estirar el bono”, está cotizada entre los 250 y hasta 3 mil córdobas.
Según un presupuesto realizado por el medio oficialista, solo en mochila, uniforme y zapatos, un padre de familia gastaría alrededor de 1,800 córdobas. Todavía no se incluyen los útiles escolares.
¿Un bono o una estrategia? Lo que hay detrás del anuncio para niños en preescolar y primaria
La estimación de un presupuesto escolar
El presupuesto sondeado, con equipos escolares muy económicos, en el Mercado Oriental andan así: mochilas desde 400 córdobas, zapatos desde 350 hasta 500, camisas escolares a 250, pantalón o falda por 250 cada uno, y cuadernos 35 córdobas por docena. Pero los precios podrían aumentar dependiendo de la calidad.
A esto no se le suma los lápices de grafito, de colores y entre otros materiales que utilizan los niños de preescolar, primero y segundo grado.
Los comerciantes tienen combos escolares que cuestan 900 córdobas, sin incluir un calzado. Aún así, no se cubre ni el 80 por ciento de los gastos a pesar que detrás de la realidad este “regalo” es diferente. Las familias que reciben el bono a menudo deben agradecer públicamente a Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Este bono beneficiará a 500 mil niños y niñas para el inicio del año escolar, programado para el próximo lunes 27 de enero de 2025.
En 2021, el régimen entregó más de 12 mil mochilas con colores alusivos de la Policía Nacional y que rezaba en letras gigantes: “Orgullosamente hijo de policía”. Esto causó incomodidad a los demás padres de familia por vincular una institución represiva con menores de edad.