En el cuarto y último domingo de Adviento, el tiempo litúrgico previo a la Navidad, el obispo auxiliar de Managua monseñor Silvio Báez, llamó a las personas a seguir el ejemplo de San José y no perder la esperanza ante las adversidades, especialmente frente a los regímenes opresores.
Desde la iglesia Santa Agatha en Miami, donde vive forzado en el exilio el prelado, recordó que en este tiempo «tampoco nos dejemos llevar por egoísmos estériles y ansias de protagonismo. Dios está con quienes, como San José, aun en medio de la oscuridad de la historia saben soñar, escuchar, abajarse y poner a los demás en primer lugar», destacó.
Báez pidió «no caer en la desesperanza, pensando que todo es inútil y no hay nada qué hacer. Confiemos siempre en el Dios que hace que lo parece el límite, se vuelva un nuevo horizonte, y que lo que se experimenta como imposible se transforme en el inicio de una nueva realidad», esto como parte de su mensaje dominical social y ante sistemas opresores.
El obispo auxiliar de Managua salió al exilio en el año 2018 tras la persecución de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que desde entonces han cercenado las libertades de los nicaragüenses, entre ellas la religiosa.
Una de sus últimas acciones fue la de prohíbir el ingreso de biblias al país, una medida que iglesias cristianas beneficiadas por el régimen sandinista intentaron desmentir este sábado 20 de diciembre al defender a los dictadores y su política de persecución religiosa.
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Un mensaje de Navidad
Como mensaje final antes de la Navidad, monseñor Báez llamó a seguir el ejemplo de San José, quien fue uno de los protagonistas del pasaje del Evangelio de este cuarto domingo de Adviento.
«En esta Navidad, cuando contemplemos a San José junto a la Virgen y al Niño en el pesebre, él nos inspire a educar nuestro corazón a la bondad y a la nobleza y nos preparemos a la fiesta de Navidad acogiendo, perdonando y amando a los demás. Que San José y la Virgen María, los primeros que recibieron a Jesús con inmenso amor, nos enseñen la alegría de creer y nos den la fortaleza necesaria para acoger y seguir siempre los caminos de Dios», dijo Báez.
También agregó que ser justo como San José, es ser por un lado noble y bueno; y por el otro es ser creyente y obediente a Dios, pese a las adversidades como la que sintió cuando antes de casarse con María, ella salió embarazada.
«En medio de la oscuridad, Dios siempre nos abre horizontes nuevos y nos invita a caminar por caminos más hermosos que los nuestros. San José nos enseña también que la íntegra renuncia de sí mismo para hacer la voluntad de Dios es el camino por donde el hombre se realiza plenamente», resaltó.
Periodista Nicaragua Investiga



































