Los habitantes de la Residencial Valle Verde, ubicado en Carretera Norte, en Managua, reaccionaron inconformes con la multa que aplicó la Autoridad Nacional del Agua (ANA) al representante legal de la Constructora Lacayo Fiallos, Ricardo Meléndez, la cual fue de 50 mil córdobas, al determinar que el vital líquido estaba contaminado desde el año 2017. Los residentes alegan que no hay mejoría en el servicio del agua potable y que todavía persiste la problemática.
«Nadie de aquí está de acuerdo con esa multa. ANA ha estado muy flexible con Lacayo Fiallos. Otra empresa como INAA (Instituto Nicaragüenses de Acueductos y Alcantarillados) ya hubiera cerrado ese pozo y conectarnos con Enacal«, denunció Abel Sarmiento, habitante de la residencial a Nicaragua Investiga.
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Él comenta que se sienten incómodos al respecto y esperan que la Autoridad Nacional del Agua le quite la licencia a la Constructora Lacayo Fiallos para no seguir con la misma problemática. «No es suficiente con todo lo que la gente ha vivido aquí. No es justo y esos 50 mil córdobas van a salir de la bolsa de nosotros porque los medidores del agua va a salir de más, en alcantarillado va a salir de más», dijo inconforme Sarmiento.
La multa es un «chiste»
Cristabel Alvarado, habitante perjudicada del residencial, reafirma que no están conforme con la multa y que no era lo esperado por parte de los residentes. «Lo que nosotros necesitamos es que nos resuelvan lo del agua, sin embargo, sabemos que todo es poco a poco. Ya con el hecho de la multa sabemos que de alguna manera hay una respuesta y se están tomando cartas sobre el asunto», dice la afectada.
«La multa que hay ahorita es un chiste. ¿Cuánto cuesta la salud de todos los pobladores con 500 casas? Digamos que 300 estén habitadas, pero la salud de nosotros y los costos que tenemos de estar comprando agua purificada o la gente que invierte en purificadores, y los purificadores hay que comprarle filtros cada 15 días», reclama Alvarado.
Por otra parte ella considera que la multa representa un mensaje para los administradores de la residencial de que «la gente no se está quedando de brazos cruzados y se está haciendo seguimiento» para resolver el problema que tiene al menos tres años.
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No hay mejoría en el servicio potable
Los habitantes aseguran que no hay mejoría en el servicio del agua potable y que continúa saliendo contaminada. Tampoco se ha realizado trabajos técnicos para purificar el vital líquido y así dar respuesta a la problemática. «Esa agua no debería ser distribuida bajo ninguna circunstancia», sostiene Cristabel Alvarado.
Así deja el agua potable el grifo de los baños de la Residencial Valle Verde. Foto | Cortesía
«Yo le di la confianza pensando que era una empresa seria, honesta como él (Ricardo Meléndez) pone en sus perfiles. Debería ser honesto primero con las personas que le está vendiendo estas casas. Esto no es una residencia, es una urbanización. Lo ocupan ellos como un residencial para sacar sus beneficios como es el recibo alto del agua», manifiesta Abel Sarmiento, y agrega que el corte de agua que se hizo recientemente salió alto el recibo por lo que lo tomó como «rencilla» hacia los residentes.
«No dan la cara»
Abel Sarmiento asegura que Ricardo Meléndez, quien es representante legal de la Constructora Lacayo Fiallos y Jorge Palacios, gerente general de SAVESA, que es la empresa aguadora encargada de administrar el vital líquido en el lugar, «no dan la cara» y no hay una respuesta después de la multa.
Los habitantes expresan que tampoco saben la opinión de los administradores respecto a la resolución que emitió ANA. «Sentimos que no hay voluntad por parte de Meléndez de querer solucionar esta problemática», insistió Alvarado.
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Nicaragua Investiga trató de comunicarse una vez más con Ricardo Meléndez y Jorge Palacios para conocer su versión al respecto, pero hasta la entrega de este artículo no respondieron nuestras llamadas telefónicas.
Los residentes pagaron por su cuenta 10 mil córdobas al Laboratorio UNI-PIENSA, empresa que determinó «efectivamente habían problemas de contaminación». Los resultados obtenidos para los parámetros de metales en la muestra de agua potable, se detectó presencia de Arsénico superando el 0.016 veces del valor máximo, el cual sobrepasa lo estimado que establece la Norma CAPRE (Calidad de Agua para el Consumo Humano).
Nicaragua Investiga
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