Este 28 de febrero 2021, el preso político John Christopher Cerna, de 25 años, cumplió 12 meses de estar bajo arresto tras manifestarse activamente en contra del gobierno de Daniel Ortega. El joven, quien era estudiante de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Centroamericana (UCA), fue acusado por el Ministerio Público de supuesto “tráfico de estupefacientes”. Siendo condenado a 12 años de cárcel y 600 días de multa, equivalente a 37 mil 434 córdobas por la juez sandinista Adela Cardoza, titular del Juzgado Segundo del Distrito Penal de Managua.
El día de su detención Cerna iba de camino a su apartamento a eso de las diez de la mañana, pues tenía programado un examen para una cirugía de luxación de hombro –lesión que le quedó debido a una golpiza por parte de los policías nicaragüenses–. Una cuadra antes de llegar a su destino, fue interceptado por tres oficiales, quienes lo arrestaron y después lo hicieron ingresar violentamente a su domicilio para sacar todas las pertenencias, explico la novia del preso político. Ese día la agresión física fue con tanta saña que le fracturaron una costilla.
El chantaje psicológico que viven los presos políticos en Nicaragua
Ella relata que los policías sacaron la mochila del apartamento y le introdujeron estupefacientes. “Le dicen que no lo van a sacar porque lo van a acusar por posesión de droga”, recuerda la joven que le dijeron los policías al preso político en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote.
“Jhon fue acusado falsamente. Se llevó a cabo un juicio sumamente viciado donde los mismos oficiales se contradecían”, dice Sarahí Cerna, hermana del reo político. Ella asegura que agotaron la vía legal para demostrar su inocencia, pues procedieron a la apelación y fue negada. De igual forma sucedió cuando el abogado interpuso un recurso de casación y también fue rechazado por el Poder Judicial.
Un año de desgaste físico, económico y social
Sarahí Cerna comenta que durante el año que ha permanecido preso su hermano, enfrentan tres situaciones agobiantes: desgaste físico, económico y emocional. Señala que la mamá de reo político le toca cargar la paquetería y caminar una larga distancia para llegar al Sistema Penitenciario.
“Emocionalmente es muy difícil tener que ver a tu hermano, a tu hijo, a tu amigo y no poder hacer absolutamente nada. Saber que es atormentado psicológicamente haciéndole saber que no le van a dejar pasar a su familia. Saber que todo este año realmente no se ha podido hacer nada más que el proceso legal que culminó el año pasado”, lamentó su hermana.
Ella tiene la esperanza de que su hermano sea liberado y no sufra más represalia por parte de los policías, quienes mantienen un asedio constante contra los ex reos políticos. “Él no cometió ningún delito más que ser un opositor al gobierno (sandinista)”, afirma.
John Cerna es torturado en las celdas de máxima seguridad
CIDH brindó medidas cautelares a Cerna
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), emitió el pasado 2 de noviembre una resolución, mediante la cual otorgó medidas cautelares de protección a favor de 41 nicaragüenses, entre ellos está incluido Jhon Cerna, porque “se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos”, consideró el organismo internacional.
Debido a su participación en las protestas de 2018, Jhon tiene calcificación pulmonar por causa de los gases lacrimógenos que lanzaban las fuerzas de choques contra los manifestantes. Además, el joven tiene un charnel en la sien izquierda lo que le ha provocado migraña y síntomas de esquizofrenia, “que si no está el medicamento correcto y estar encerrado es perjudicial para él”, dice su hermana.
“Ahorita que está detenido le cuesta demasiado respirar, hemos hecho muchas solicitudes para que se le pueda pasar el medicamento correspondiente en cuanto a la esquizofrenia y el problema en su pulmones. Pero el Sistema Penitenciario lo ha negado, lo único que aceptan es la acetaminofén”, denunció.
A pesar de sus complicaciones de salud que lo aquejan, en septiembre del año pasado fue trasladado a una celda de máxima seguridad sin el conocimiento de sus familiares. “Él tuvo que dejar todo lo que tenía con el resto de los presos comunes y solo fue trasladado con el bóxer que tenía puesto”, apuntó su hermana.
Por otro lado, su novia, quien tiene derecho a visitarlo en la cárcel, asegura que Cerna no sale a tomar el sol y le prohíben hablar con los demás presos y no tiene derecho a llamadas. La última conversación que tuvo con él fue hace días atrás y le dijo que a pesar de las dificultades no lograrán que se rinda y se mantendrá firme.
Yaritza Mairena, integrante de la Unión de Presas y Presos Políticos de Nicaragua (UPPN), refirió que han registrado cada una de las violaciones de derechos humanos en contra de Jhon Cerna. Señala que la situación que atraviesan todos los reos comunes es peor de los que estaban apresados en el 2018. “Ha ido aumentando la represión, el maltrato y las torturas en el Sistema Penitenciario”, asevera.
Kevin Solís, el estudiante que fue detenido en las afueras de la UCA, cumple un año en prisión
Mairena afirma que la situación de todos los familiares de presos políticos es lamentable y en varias familias ha causado depresión al verlos encarcelados tras no poder hacer nada. Asimismo, expresa que han demandado a las organizaciones opositoras “que realmente tengan beligerancia en las denuncias que se les da” para que la manifiesten a los organismos de derechos humanos internacionales y así ejercer más presión al gobierno de Ortega.
“Son estas diligencias políticas las que tienen estos enlaces con personas que realmente puedan hacer una presión a la dictadura para la liberación de los presos políticos”, zanjó Mairena, quien pide a estas plataformas opositoras que continúen demandando la situación de los reos políticos. Por otro lado la UPPN contabiliza 121 presos políticos que mantiene el gobierno sandinista en diferentes penales del país.
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