La estudiante Amelia Abigail Amador Artola de 16 años subió al estrado a recibir su diploma de bachiller cargando la fotografía de su papá, Gersan Uriel Amador Rocha, quien falleció en septiembre de este año, a consecuencia de los estragos que le causó en sus pulmones la pandemia del Covid-19.
La joven se bachilleró del Instituto Pedagógico La Salle, y su experiencia parece ser compartida con la de muchos otros jóvenes que perdieron a sus padres o algún ser querido en el segundo pico de la pandemia registrado en septiembre, y que atacó con fuerza a una población mucho más joven.
En la página de Facebook del colegio La Salle, durante ese período, se publicaron en muchas ocasiones varios obituarios lamentando la pérdida de ex alumnos, familiares de docentes, personal administrativo o de alumnos activos.
Este año esta institución educativa mantuvo las clases en línea para evitar el contagio entre sus estudiantes. Para otros colegios privados también fue un año de retos y desafíos, es por ello que la graduación de estos jóvenes tiene aún más significado.
Ministerio de Educación presiona a docentes para ir en busca de estudiantes ausentes por la pandemia
Las cifras del Observatorio Ciudadano indican que hasta la fecha, desde que inició la pandemia en marzo de 2019 en el país se han registrado al menos 5,497 muertes asociadas al coronavirus, mientras el Ministerio de Salud solo reconoce 212 fallecimientos. De lo que no hay dudas es que la emergencia sanitaria ha representado uno de los mayores retos para los estudiantes y el personal docente en los últimos tres años.
A pesar de esos retos y de la muerte de su padre, la joven Amelia se graduó con excelencia académica. Ahora se prepara para estudiar en la universidad la misma carrera que ejercía su papá; ingeniería electrónica.
En su promoción subió al estrado acompañada de su mamá, Karla Patricia Artola Zamora. Esta familia es originaria del municipio de Tipitapa y en vida su papá logró desempeñar con éxito su carrera laborando en importantes empresas de telecomunicaciones del país.
Su hija guarda los recuerdos de su padre, como hombre afable y luchador que siempre estaba pendiente de la familia y hoy se llena de orgullo al culminar su bachillerato con excelencia académicas y espera cumplir su sueño de ser una excelente profesional.
Un sacrificio que rindió frutos
Nereyra Rocha, prima de Gersan Amador, lo describe como un hombre sencillo que inició a estudiar una carrera técnica en electrónica y luego se dedicó a reparar electrométricos en un pequeño taller que montó en su casa.
“Él siempre quiso surgir en la vida con los pocos ingresos que obtenía con la reparación de electrodomésticos y con la ayuda de su mamá decidió estudiar ingeniería electrónica, carrera que logró concluir con éxito y luego trabajó en importantes empresas del país, no dudo que su hija Amelia seguirá su gran legado”, detalló Rocha.
También lo describe, como un hombre humilde y servicial que supo ganarse el respeto y cariño de sus trabajadores en su mediana empresa que le permitió mantener su hogar y viajar por diferentes países en giras de trabajos y aprendizajes.
En la Centésima Graduación de Bachilleres del Instituto Pedagógico 2021 los directivos de ese colegio motivaron a los jóvenes a seguir las palabras de San Juan Pablo II “Ustedes no solo tienen una historia gloriosa que recordar y contar, sino una gran historia que construir”.
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