En las calles de León dedican grandes espacios a la venta de ropa usada con promociones y descuentos para las fiestas de Navidad y fin de año.
En el mercado La Estación, este tipo de negocios también se han extendido en los últimos años. Aquí, medio centenar de emprendedores han instalado pequeños tramos que ofrecen diferentes artículos de segunda mano.
La comerciante Escarlet Cabrera, lleva 10 años vendiendo prendas usadas en el costado norte de la terminal de buses, donde encontró un lugar apropiado para emprender en un negocio que era visitado en aquellos tiempos, por un sector poblacional de bajos recursos económicos. Sin embargo, asegura que últimamente el interés se ha extendido incluso, entre personas con mayor capacidad de compra.
El “boom» que ha cobrado en la actualidad la ropa de segunda mano le ha permitido crecer en este mercado. Ahora tiene su propia tienda y provee a otras vendedoras de ropa usada en el municipio.
Esta emprendedora aprovecha principalmente los fines de semana o final de mes, para exhibir las prendas de vestir en todas las tallas, marcas y estilo con ofertas que van desde diez, hasta 100 córdobas.
“Hay días buenos y malos, pero siempre hay movimiento de compradores que buscan prendas de marca y a bajos costos. Aquí la gente puede escoger lo que esté a su alcance principalmente en estos tiempos de crisis económica que no permite comprarse una mudada nueva para estreno por sus altos costos”, dijo la comerciante.
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Se mueve como “pan caliente”
El de la ropa usada, es uno de los sectores más populares del mercado de León, identificado como la mayor cadena especializada en ropa de segunda mano. Este destino de compra es visitado por todas las clases sociales y económicas del departamento, interior del país y hasta del extranjero.
Al caer la tarde, un grupo de enfermeras hurgaba en los cajones de ropa de segunda mano, entre ellas Fernanda, de 42 años, quien devenga un salario de 6 mil córdobas al mes, con el que tiene que mantener a sus tres niños. Ve este tipo de lugares como una excelente opción para quienes no pueden darse el gusto de adquirir un traje costoso y de marca en una tienda.
“La ropa nueva es muy cara y tenemos que buscar lo más cómodo. Lo que más me gusta es que con 500 córdobas puedo comprar algunas prendas como; camisas, brasieres, pantalón, shorts y camisas para mí y mis hijos, más ahora que estamos pasando por crisis económica”, mencionó la enfermera.
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Ismael Medrano, de 47 años, cuenta que la primera vez que entró, por curiosidad, en una tienda de segunda mano salió de allí con una bolsa llena de prendas. “Visito con frecuencia estas tiendas. Más en esta temporada que uno busca andar bien arreglado con el poco dinero que queda. Aquí encuentro ropa cómoda y buena que no hay en otros sitios y hasta de remate -apunta Medrano y también comenta- “además, la gente puede aprovechar a comprar y vender en sus comunidades porque donde usted vaya ahí encontrará ropa usada.
Vestidos, camisas western y de vestir, pantalones, chaquetas, suéter, shores, enterizos, brassieres y otras prendas, son las otras opciones que se hallan en estos lugares, donde a veces mucha gente compite para llevarse lo mejor y hasta esperan con desesperación el día que ingresa nueva mercadería para ser los primeros en hurgar en los cajones.
Por llevar más hay rebajas, algo que no pasa en las tiendas formales y otra de las razones por las cuales mucha gente prefiere estos negocios.
Pacas premium, las más buscadas por la temporada
La mejor ropa de segunda es la que llega en las pacas premium. Son piezas en excelente estado que los compradores no tardarán en llevarse, pues además son los mejores estilos y marcas. Muchas de ellas a veces traen las etiquetas de nuevo, porque son prendas que en otros países han sacado de las tiendas por cambio de temporada.
En los barrios también han proliferado estos negocios y las personas esperan su quincena para comprar alguna prenda en estos pequeños establecimientos improvisados que se abastecen de los comercios más grandes.
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María Elena Manzano, es de Chinandega, tiene pocos meses de haber emprendido en este negocio. Invirtió al inicio en una paca de camisetas que le costó 900 córdobas en León y atinó como opción de empleo informal. Empezó a invertir poco a poco ante la demanda que experimentó en su puesto. Así hizo anexos en su propia casa para dedicar un espacio exclusivo a su emprendimiento.
De ese pequeño negocio se mantiene económicamente con sus hijas y ha logrado invertir hasta en 180 y 200 dólares en las famosas pacas premium por la alta demanda de esas pierzas.
“La situación es difícil, sin empleo para muchos y también la crisis del Covid 19, así que para vestirse no queda otra alternativa que la ropa de segunda americana y mexicana, la que llega desinfectada y al adquirirla también lo hacemos”, comentó la comerciante.
Manzano a sus 55 años, dice que sus clientes se muestran satisfechos porque visten elegantes y con poco dinero.
Comprar ropa de segunda mano, se ha vuelto una actividad usual bajo el concepto de «economía creativa”, en la ciudad de León. En estos negocios también se exhiben carteras muy bonitas y lujosas a bajos precios. Para el hogar también ofrecen ropa de cama, utensilios de cocina, cucharones, ollas, sartenes, cristalería, muebles y otros artículos.
La mayoría de esta ropa y artículos de hogar llegan importados de Estados Unidos, Europa y Asia.
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