Entre lágrimas y gritos de impotencia cientos de personas acompañaron el cuerpo de Bryan Murillo, asesinado por la policía este 17 de julio, hasta el cementerio Guadalupe de la ciudad de León.
Antes del entierro se realizó una misa en la Iglesia local donde los familiares, vecinos y amigos dieron el último adiós y pidieron por el eterno descanso del fallecido.
De la iglesia salió la marcha fúnebre que llevó el cuerpo hasta el cementerio de Guadalupe. El desfile era encabezado por dos jóvenes que sostenían una bandera de Nicaragua en señal de protesta contra el Gobierno y la actuación policial que acabó con la vida de este joven de 22 años.
En el momento en que los dolientes pasaron por la estación policial, empezaron a gritar a varios agentes que se encontraban afuera presenciando cómo avanzaba el féretro del joven al que un día antes uno de sus compañeros había asesinado.
¡Eran estudiantes, no eran delincuentes! ¡Justicia! ¡Asesinos! eran parte de las consignas que se escuchaban a coro por todo el trayecto.
«Son inocentes»
Previo a las honras fúnebres, familiares del joven asesinado Bryan Murillo, de 22 años, y de Kener Murillo y Javier Cortez, heridos de bala y en estado delicado, reiteraron ante abogados y medios de comunicación que los tres son inocentes y no “delincuentes”, a como los señaló la Policía Nacional.
De acuerdo al récord de policía que tramitaron sus familiares este jueves, un día después del ataque, ninguno de los tres tenía antecedentes penales.
Bryan Murillo, quien la Policía dice es un “prófugo por delitos de peligrosidad, robo con intimidación y robo con violencia” en perjuicio de dos ciudadanos cuyos nombres no revelan y solo se limitan a decir que son identificados con las iniciales MJTV y VMAR, trabajaba en el área construcción, según sus familiares.
En los casos de Kenner Murillo y Javier Cortez tampoco hay ninguna causa presentada en sus expedientes. En el registro de Cortéz se identifica solamente una denuncia que él presentó contra una empresa por demanda de beneficios laborales.
El hermano de Bryan, Kenner Murillo es vice gerente de una filial de un supermercado ubicado en el barrio Guadalupe, mismo que habitan. Y Javier Cortez, también herido de gravedad, se desempeña como promotor de ventas de recarga de una empresa de telefónica celular.
Al sepelio llegó Susana López, madre de Gerald Vásquez, el joven asesinado durante el ataque a la UNAN Managua, quien llegó en nombre de la organización Madres de Abril para dar sus condolencias a la familia.
Bryan Murillo, de 22 años, fue asesinado por Policías que llegaron y allanaron su casa de habitación en horas de la madrugada de este miércoles, donde agredieron y dispararon contra la familia desarmada.
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