A tan solo 42 kilómetros de la capital nicaragüense se ubica el municipio de Diriomo, en Granada, un pueblo muy reconocido por su cultura e historia, así como por práctica ‘curandera’ que ejercen muchos de sus pobladores, quienes aseguran que se trata de una tradición heredada de sus antepasados.
El nombre de “Pueblo Brujo o la Ciudad de los Brujos” no es solo una referencia local y de atractivo turístico para este municipio, que por muchos años ha guardado mitos y leyendas, sino también es una práctica que a diario se convierte en una demanda para las personas que lo visitan en busca de “ayuda” para sanar enfermedades o reconstruir relaciones amorosas.
Según quienes ofrecen el servicio, se trata de un conocimiento, creencia o sabiduría “ancestral” que se ha conservado durante siglos y que ahora representa el patrimonio cultural de sus saberes.
Ser un curandero en Diriomo es casi tan normal como tener una pulpería de abarrotes en cada cuadra, pues esta práctica es heredada de generación en generación, como ha sido el caso de la familia Castellón. No es un mito ni una leyenda, es la realidad de este municipio que conforma la ruta de los reconocidos Pueblos Blancos del sur de Nicaragua.
Miles de nicaragüenses buscan «desesperadamente» su pasaporte
Antonio Castellón, proveniente de una reconocida familia de curanderos y a quien se le heredó este oficio, explicó que en este municipio comúnmente se practican dos tipos de saberes; la magia roja, que sirve “para atraer el amor”, y la magia blanca, que funciona para la “armonía y la tranquilidad” del hogar.
Castellón manifestó que a diario llegan hasta su consultorio visitantes nacionales, en su mayoría de la Costa Caribe, e internacionales, en busca de ayuda para sus problemas de desamor, discordias y enfermedades, las cuales son tratadas con medicina natural. Pero lo más curioso es que también llegan en busca de arreglar o revertir “males” y hechizos que fueron ocasionados por otros brujos.
“Buscan ayuda de males que les han hecho, que se curan a través de hierbas, cosas así para negocios, prosperidad, por problemas en el hogar. No utilizamos magia negra (pero) los sagaces, sabemos cómo combatirlo. La persona que se dedica a esa magia invoca seres demoníacos que no es conveniente”, manifestó Antonio Castellón, hijo del reconocido brujo Luis Castellón (q.e.p.d).
La brujería es una práctica en contra de Dios
El cura párroco Giovanni Loaisiga, Vicario del Santuario diocesano Nuestra Señora de Candelaria indica que la “brujería” o “hechicería” son términos de los que habla la biblia, a los que se refiere como magias que se practican desde “siempre”, pero que contradicen las leyes de Dios.
UNAN-León dice que el próximo año tendrá más 17 mil nuevos ingresos
El religioso aseguró que quienes acuden a curanderos y hechiceros por diferentes necesidades, son guiados por la popularidad de sus practicantes y no por la creencia misma.
“La palabra hechizo significa mal hecho, un término en sus orígenes, por eso se llama hechizos, encantamientos de agüizotes, de brujerías, todo eso la iglesia lo prohíbe porque cuando Dios le entrega las tablas de la ley al pueblo de Israel en el desierto, les dice precisamente que no recurran a esas cosas; significa que existían desde siempre”, explica el sacerdote.
“La persona tiene que buscar la medicina y también tiene que buscar a Dios, porque es Dios quien le da la ciencia a los médicos, pero no deben frecuentar ese tipo de medicinas (la curandería) porque no son buenas”, apuntó.
Al recorrer varios consultorio de curanderos en este municipio fue evidente observar la presencia de imágenes religiosas como la de Jesús Crucificado, Buda, San Antonio, la virgen María Auxiliadora, Divino Niño, entre otros, a pesar que la misma iglesia católica se niega a reconocer esta práctica como un ejercicio de sanidad y ayuda.
Bajo anonimato, una pobladora, quien se identificó como familiar de algunos “brujos”, reveló que varias personas que dicen llamarse “curanderos” son practicantes católicos, e incluso asisten a misa y reciben tradicionalmente las imágenes de los santos, como la virgen de Candelaria, patrona de Diriomo, quien es venerada cada dos de febrero por miles de fieles que se desbordan a sus pies por favores recibidos.
Nicaragua registra US$5,507 millones en exportaciones, un incremento del 19.3%
“El pueblo los conoce, hay bastantes y muchas veces son las personas que vos nunca crees (…) visitan la iglesia, incluso algunos son devotos, agarran santos, pero aquí pensamos que lo hacen por las promesas y también porque las flores se bendicen y las utilizan para sus trabajos”, manifestó.
Los cadetes de mototaxi y el negocio de la curandería
La curandería en este municipio también se ha convertido en una máquina de ingresos para muchos hogares, e incluso es una fuente de turismo local. Se conoce que muchos trabajadores de caponeras o mototaxis han recurrido a negociar con los “brujos” para ganar dinero por cada pasajero que es trasladado a sus consultorios.
“¿A qué venís?, ¿qué buscas?, ¿cómo te podemos ayudar?”, asegura la pobladora, que son algunas de las primeras impresiones que reciben los visitantes que llegan por primera vez a este municipio cuando son visualizados a lo lejos por los “caponeros”.
Según la joven, los trabajadores de mototaxis se encargan de llevar clientes hacia los consultorios de los curanderos a cambio de un pago. Incluso, cuando un cliente ofrece mucho dinero por un trabajo específico, los capoteros reciben una comisión extra. Aparentemente existen “contratos” o tratos verbales entre ellos.
“Los moteros llevan a las personas donde les paguen más, por ejemplo; donde la Andrea Peña les pagan C$250 creo, pero si les pagan poco, los dejan y buscan a otro que les pague más (…) ellos son ‘buscadores’, porque ni trabajan por estar pendiente de que llegue una persona”, narró.
Según el curandero que entrevistamos, el precio de las consultas depende del trabajo que el cliente necesite. En el caso de “recuperar una pareja” su costo oscila entre C$3,500 a C$5,000, aunque si el trabajo “se complica”, su precio incrementa. O bien, si el cliente quiere “una limpia”, el precio es de C$10,000.
Nicaragua es uno de los pocos países en el mundo que incluyen de manera oficial la medicina tradicional como parte de la oferta de atención médica y Diriomo es un patrimonio inmaterial de incalculable valor sobre prácticas ancestrales como rituales, ceremonias y conocimientos de las propiedades curativas de las plantas.
El padre Loáisiga alega que los saberes curanderos en este municipio son “una cuestión folclórica” que se puede ver reflejada en los comentarios entre pobladores, quienes hacen burlas o comentarios divertidos sobre sus aspectos. Además, destacó que Diriomo sobresale aún más por sus riquísimas cajetas.
“La gente dice, ‘aquellos tienen cara de brujos porque son feos’; tal vez no tiene nada que ver pero, es algo folclórico. Me parece que la gente también viene a Diriomo por las cajetas, la gente viene por la Virgen de Candelaria, entonces no solamente por los brujos”, finalizó
You must be logged in to post a comment Login