Los alcaldes sandinistas han sometido a su voluntad a muchos sacerdotes en la mayoría de los 27 municipios de los departamentos de Estelí, Madriz y Nueva Segovia, al ejercer control de las actividades religiosas en los templos católicos, condicionar la ayuda para reparaciones de parroquias o impedir la realización de algunas celebraciones públicas de la feligresía.
Mientras que los sacerdotes se ven obligados a no cuestionar la actitud de las autoridades de las alcaldías en poder de los sandinistas para evitarse acciones que conlleven a agresiones físicas, campañas de desprestigio, persecución y hasta procesos judiciales, a como ya ocurre con varios líderes religiosos secuestrados en cárceles por montajes de la policía, judicial y la fiscalía que operan al servicio de la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Algunos párrocos de templos católicos ubicados en varios municipios del departamento de Nueva Segovia, y que aceptaron hablar bajo el anonimato para evitarse represalias por parte de las autoridades sandinistas locales, dijeron que las misas son vigiladas constantemente por funcionarios de esas municipalidades o por conocidos cuadros con pasados oscuros dentro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
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“Aquí vienen, porque todo mundo los conoce, y se sientan en las filas de las bancas de atrás y ahí están grabando con sus celulares. Antes no sabían asistir a las misas y ahora no fallan, quiero creer que es posible que se hayan convertido al catolicismo y que están buscando la salvación y de Dios”, expresó uno de los sacerdotes consultados.
Secuestran celebraciones
Agregaron los religiosos, que las actividades de La Purísima dedicadas a la Virgen María, las autoridades locales las asumieron como actividades políticas, con menos fe y mucha ideología. “Aquí vinieron y montaron altares casi en la puerta del templo y al lado del parque y pasaron realizando actividades como entrega de gofios, caña de azúcar y canastitas llenas de dulces y realizando cánticos, pero jamás nos consultaron ni coordinaron con la iglesia”, dijo un sacerdote.
Días antes de la celebración de La Gritería, las autoridades sandinistas de la alcaldía del municipio de Somoto, cabecera del departamento de Madriz, instalaron altares iluminados de la Virgen frente al parque central y a un lado del templo Santiago Apóstol. Entre los funcionarios estaba la recién impuesta alcaldesa para otro periodo más, en la pasada farsa electoral municipal del 6 de noviembre, Dania Sugey Martínez Mondragón, quien dirigía la organización de altares sin tomar en cuenta a los sacerdotes a cargo de la iglesia en esta localidad.
“Pareciera que ellos son los líderes de la iglesia católica dirigiendo como se deben de organizar las procesiones, las misas, las actividades eclesiásticas o los bautismos y casamientos. Usted los ve en las misas, en las procesiones cargando los santos y hasta montan actividades políticas aquí frente al templo (Santiago Apóstol)”, dijo doña Azucena del Socorro Martínez López, de 53 años, quien se identificó como fiel católica en la ciudad de Somoto.
Restringen y amenazan
Varios feligreses católicos que forman parte de las comisiones de trabajo de las iglesias para actividades religiosas, recaudación de fondos o asistencia a familias de escasos recursos económicos y apoyo para reparar templos, han manifestado que a los sacerdotes los han ignorado.
“Esta gente (de las alcaldías) les han quitado autoridad a los sacerdotes. Cada vez que tenemos que realizar alguna actividad propia de la iglesia hay que estarles comunicando para ver si nos permiten hacerla. A veces la prohíben y hasta amenazan”, se quejó doña Martha Espinoza Tercero, habitante del sector 11 de la ciudad de Somoto.
Ella, junto a un grupo de mujeres, participa en los estudios bíblicos en algunos sectores somoteños, además de formar parte de las comisiones de trabajo para recaudar fondos para la iglesia. “Ahora hasta la Policía ha prohibido la realización de reuniones en los barrios o casas”, denunció.
En Somoto, la mayoría de los feligreses católicos saben que sus sacerdotes callan para evitar confrontar a las autoridades de las alcaldías en poder del orteguismo. “No es que les tengan miedo, porque si Dios está con ellos quien, contra Dios, pero ya saben como son los del gobierno de hasta mandarte a la cárcel. Ahora ni respetan la fe cristiana que procesamos la gran mayoría del pueblo nicaragüense y hasta inventan unas tales encuestas diciendo que la mayoría se convirtieron en el cristianismo evangélico”, criticó doña Celina, quien omitió sus apellidos porque dos de sus hijos trabajan para el Estado.
También en varios municipios del departamento de Estelí, los templos son vigilados constantemente por elementos sandinistas que graban y toman fotos con sus celulares sobre lo que la gente comenta o lo que dicen los sacerdotes en las misas. “Son orteguistas que son bien conocidos en el pueblo por ser sandinistas violentos que llegan y se sientan en las bancas del fondo. Antes ni venían a misa”, aseguró una señora que dijo forma parte de las damas dedicadas al arreglo y limpieza en la iglesia El Calvario al suroeste de la ciudad de Estelí.
Un sacerdote de uno de los templos católicos de uno de los municipios del departamento de Estelí, comentó que desde el 2018 se dejaron de percibir donaciones de organismos con los que se les ayudaba con alimentos a la gente pobre de comunidades afectadas por la sequía “Antes, cuando estaba Monseñor Juan Abelardo Mata, entregábamos paquetes alimenticios, ropa y medicamentos, pero ahora ya no se puede porque el gobierno no te lo permite, aunque consigas los recursos, y te dicen que no es competencia de la iglesia sino del Estado, aunque ni ellos hacen”, acusó el religioso.
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