Ya se empiezan a conocer los nombres de quiénes serán los «acompañantes» de las polémicas elecciones generales que organiza el gobierno de Daniel Ortega este próximo 7 de noviembre. Uno de estos es Populismo K, una agrupación kirchnerista, es decir, cercana a la polémica vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que gobernó ese país entre el 2007 y el 2015, tras suceder a su esposo Néstor Kirchner.
La invitación a Populismo K la hizo Ortega a través de la Embajada de Nicaragua en Argentina y en esta se indica que la delegación kirchnerista estará de visita en Nicaragua entre el 5 y el 9 de noviembre.
“Por nuestro pueblo, el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) y el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, será un honor poder brindarle toda las atenciones y cortesías locales que su presencia en nuestro país amerite”, indica la carta enviada por el embajador sandinista Orlando Gómez a Hipólito Irigoyen, secretario general de Populismo K.
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El medio de comunicación Infobae señala que Populismo K es una agrupación originaria de la Ciudad de La Plata «conformada por militantes afines al kirchnerismo más duro, que en los últimos años ha cobrado trascendencia por exigir la liberación de dirigentes que han sido parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner». La agrupación ha presionado a los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández por un indulto o amnistía para los presos K y por una “reforma judicial urgente”.
En entrevista con Infobae, Hipólito Irigoyen confirmó la invitación y criticó que «Nicaragua» sea de los los países que están siempre bajo la mira de Estados Unidos”.
“¿Por qué tiene que garantizar y legalizar sus elecciones, y cuando en Estados Unidos vota el 30% del padrón nadie le discute?”, cuestionó el dirigente de izquierda, sin tomar en cuenta que en Nicaragua la situación es más compleja y no solo un problema de baja participación en las elecciones.
En septiembre pasado el gobierno de Daniel Ortega arremetió contra Argentina, acusándolo de injerencista, luego que el gobierno de Alberto Fernández condenó la ola de encarcelamientos en Nicaragua, que incluyó a los principales aspirantes presidenciales. Aún así, Argentina se abstuvo la semana pasada de votar una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA), que exigía la liberación de los presos políticos.
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Nicaragua se encuentra sumida en una severa crisis política desde abril del 2018 cuando miles de personas se lanzaron a las calles protestando en contra del gobierno de Daniel Ortega. La respuesta del oficialismo fue una brutal represión que dejó como saldo más de 320 muertos, miles de detenidos y más de 100 mil exiliados.
De acuerdo a la última encuesta de CID Gallup, casi el 70% de los nicaragüenses desaprueba la gestión de Ortega.
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