Tras las cuestionadas votaciones de un día antes, el 8 de noviembre del 2021 Daniel Ortega aseguró que Nicaragua estaba “bajo la amenaza del imperio yanqui” y “de los colonialistas europeos”, ya que estos “siguen” con sus prácticas “para dominar estos territorios, pero no para el bien, sino para someterlos y explotarlos y comprometerlos en sus políticas expansionistas».
Ortega incluso se atrevió a llamar “hijos de perra de los imperialistas yanquis” a los presos políticos nicaragüenses, a los que acusa de ser instrumentos de Estados Unidos.
El líder sandinista en sus más de 40 años de vida política se ha presentado como antiimperialista de pura cepa y constantemente azuza a sus fanatizados seguidores en contra de Estados Unidos y Europa, potencias a las que culpa de todos los males de la Tierra, destacando sus políticas de saqueo, abusos y expolio contra “los pueblos oprimidos del mundo”.
Pero Ortega, al igual que en los ochenta, cuando alió con el imperio soviético, ahora apuesta por China, un imperio en expansión que haciendo uso del capitalismo está llegando a todos los rincones del mundo ofreciendo inversiones y apoyo financiero, pero desde hace varios años empezó a despertar las suspicacias de Estados Unidos, Europa, Australia y otras naciones asiáticas, quienes advierten de la peligrosa “voracidad expansionista” del gigante comunista.
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“Señor presidente, nada de China viene sin condiciones”
Aunque, el último país con el que ha establecido relaciones diplomáticas en América Latina es Nicaragua, China tiene años expandiéndose en la región y en los últimos años uno de los grandes beneficiarios de la “solidaridad” china es El Salvador, país al que le ofreció una cooperación de 500 millones de dólares para la construcción de un estadio, una biblioteca y otras obras modernas obras de infraestructura.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele asegura que se trata de una cooperación “no reembolsable” y “sin condiciones”. Sin embargo, en noviembre del 2021 la Secretaria Adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Julie Chung, le aclaró al joven mandatario: “Señor presidente, nada de China viene sin condiciones”. Demás está decir que las relaciones entre Estados Unidos y Bukele empeoran cada día más.
Ortega ya mandó a sus hijos a pedir «cooperación»
En el caso de Ortega, este se muestra ávido del apoyo chino, y apenas un día después de restablecer relaciones diplomáticas el 10 de diciembre, sus hijos Laureano y Rafael Ortega y el Ministro de Hacienda, Iván Acosta, empezaron a poner la mano a la china comunista sosteniendo reuniones con altos funcionarios para exponer las facilidades comerciales y de inversión que les ofrece el régimen sandinista en Nicaragua.
“Los compañeros han conocido las formas de trabajo entre las instituciones para formular y estructurar los proyectos y luego nuestra delegación ha presentado los sectores de prioridad para lo social, para mejorar la calidad de vida, el bienestar en la vida de todos, así como el potencial para el intercambio de comercio y el clima positivo de inversiones que tiene nuestro país”, reveló Rosario Murillo.
Una megapresa con el que querían disminuir influencia de EE.UU en Ecuador
En momentos de tensiones con Estados Unidos y Europa, los Ortega Murillo se muestran sordos a las advertencias de lo peligroso de esa relación para países pobres.
En latinoamérica uno de los casos que viene sonando es la megapresa Coca Codo Sinclair, construida por China en Ecuador y que ha puesto en serios aprietos al país sudamericano.
El gobierno ecuatoriano demandó en una corte internacional a Sinohydro, la empresa china encargada de construir la obra durante el gobierno del socialista, Rafael Correa. La planta supuestamente debía producir más de 1 mil 500 megavatios de energía y cubrir un tercio de la demanda eléctrica por 50 años. Lejos de eso, genera enormes pérdidas económicas, poniendo en aprietos las finanzas de Ecuador, además que también ha puesto en riesgo el suministro de energía.
Aplicación de leyes para frenar a adversarios de Ortega definieron el 2021 en Nicaragua
La megapresa se inauguró hace cinco años a un costo de 2 mil 700 millones de dólares, pero no funciona al 100% de su capacidad debido a miles de fisuras en los distribuidores de agua. La Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC) ha realizado varias reparaciones y encontrando nuevas fisuras. Según los reportes, son más de 11 mil fallas contabilizadas.
Fue una obra que se construyó desoyendo el impacto ambiental y los estudios sobre las condiciones geológicas de la zona.
Cuando Correa promovió la obra quería independizar a Ecuador de la influencia estadounidense.
China entró a Ecuador como prestamista, inversor y luego como constructor de enormes obras públicas, advertía en septiembre del 2021 el portal INFOBAE al dar a conocer la controversia. El portal señalaba que en esa estrategia china “la corrupción juega un papel no menor” y que “todos los funcionarios involucrados en el proyecto de la represa terminaron presos por sobornos”.
El país obligado a entregar a China un puerto
Al momento de imponerse a países débiles, China no se anda con rodeos ni miramientos como “solidaridad” y “hermandad entre los pueblos”. Las deudas con China se pagan sí o sí y aún así probablemente les quedés debiendo. De ello puede dar testimonio Sri Laka. Este pequeño país insular del océano índico tuvo que entregarle a China el puerto Hambantota.
En el 2010, China aprobó un pŕestamo de 307 millones de dólares a Sri Laka para la construcción del puerto, pero este debía ser construido por la empresa china, Harbour Engineering Company.
La obra fue un fracaso y el gobierno del pequeño país tuvo que pedir un nuevo crédito a China de 757 millones de dólares para hacer el puerto comercialmente rentable. No fue posible. Finalmente en el 2017, Sri Lanka se vio obligada a entregar el puerto a China por 99 años, pero a cambió de la reducción de la enorme deuda que el país había contraído.
Una pista pone en aprietos a un pequeño país de Europa
Montenegro es un pequeño país de Los Balcanes que en 2014 firmó con China un préstamo, a 20 años de plazo, para construir la autopista Bar-Boljare de 170 kilómetros de largo. El costo de la obra fue estimado el 1 mil millones de dólares financiados por el banco chino Exim. Según el contrato, en julio del 2021 Montenegro debía empezar a pagarle a China, no obstante, la empresa encargada de la construcción del primer tramo de 40 kilómetros, la China Road and Bridges (CRBC), no lo había completado y por tanto la autopista no había generado un solo dólar.
Los costos en el primer tramo de la pista han sido estratosféricos: Más de 22.5 millones de euros por kilómetro.
El acuerdo firmado es poco claro y establece que si se presenta un desacuerdo entre ambos países, deberá ser un Tribunal Chino el encargado de resolverlo. Es decir, Montenegro no podrá acudir a ningún tribunal internacional como está haciendo Ecuador.
China que al igual que Estados Unidos tiene intereses geopolíticos está construyendo un moderno y poderoso ejército.
En este sentido, aunque Daniel Ortega se queja de las bases militares que los estadounidenses tienen en todo el mundo, China va poco a poco expandiéndose y sus fuerzas militares no se limitan a operar en su territorio. Ejemplo de ello es Yibuti, un pequeño país del Cuerno de África, donde China tiene una base militar desde el 2017. Ese es un país de suma importancia para varias potencias como Francia, Estados Unidos y Japón, que también tienen bases militares allí.
Aún se desconoce lo que hará específicamente China en Nicaragua, pero lo que está claro es que tiene en Ortega un leal servidor en el propio patio trasero de EE.UU.
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