En su discurso diario televisado, la vicepresidente Rosario Murillo comparó el ciclo de protestas surgido de la represión de su gobierno en abril de 2018 con las acciones de la Guardia Nacional en Estelí en abril de 1979, cuando guerrilleros sandinistas se tomaron la ciudad al mando del comandante guerrillero Francisco Rivera Quintero, alias «El Zorro».
«Hoy se cumplen 43 años de la segunda insurrección de Estelí» dijo Murillo, en referencia al segundo levantamiento de Quintero en la ciudad. El primero había ocurrido en septiembre del año anterior, 1978, y había sido sofocado semanas después con un intenso combate de infantería acompañado de bombardeos, con centenares de víctimas civiles.
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«El mismo gen, el mismo mal, el mismo corazón lleno de odio que quemó y arrasó, torturó y secuestró en abril de 1979… Este mismo episodio que vivimos, en abril también, no duró tanto pero impusieron destrucción, terror, crímenes, el mismo odio, la misma cultura de muerte, porque muchos de los que sembraron terror y odio en abril vienen de esas raíces, terribles y temibles, del somocismo» comparó Murillo.
«Y por eso decimos, con odio nunca más, somocismo nunca más» sentenció Murillo, alegando que los manifestantes reprimidos por su gobierno son comparables a un ejército bien entrenado.
Sin embargo, aunque la segunda toma de Estelí de parte del Frente Sandinista también vio una respuesta militar de la Guardia Nacional, la destrucción no fue la misma que en septiembre de 1978. El conflicto al que Rosario hace referencia en 1979 no contó con bombardeos, según señaló en su momento el diario El País.
«La aviación nicaragüense ha intervenido poco en los enfrentamientos de Estelí. Los aparatos se han limitado a labores de reconocimiento» reportó el diario el 14 de abril de 1979, cuando ya los invasores habían sido expulsados de la ciudad.
Además, el Frente Sandinista contaba con armamento antiaéreo y más bien fue capaz de derribar dos de esos aviones de reconocimiento durante los combates, lo que parece indicar que la vicepresidente ha mezclado los datos de ambos enfrentamientos entre la Guardia Nacional y el Frente Sandinista.
En realidad, los métodos de la Guardia Nacional para acabar con las insurrecciones se asemejan más a los utilizados por grupos parapoliciales pro-gobierno que en 2018 desataron la llamada «Operación Limpieza«, bautizada así por sus similitudes con el operativo contra-insurgente de la Guardia Nacional en septiembre de 1978.
La Guardia Nacional utilizó vehículos de construcción y militares en conjunto para destruir las barricadas elevadas por la guerrilla sandinista, la cual, a diferencia de los manifestantes que en abril de 2018 elevaron barricadas a modo de protesta, sí era un cuerpo armado con entrenamiento militar.
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