Nicaragua es un paso obligatorio de miles de personas de diferentes países de América y de otras partes mundo que buscan llegar a Estados Unidos. Pero contrario a otros gobiernos, la administración Ortega Murillo no ha sido muy “solidaria” que se diga frente a esos migrantes que incurren en enormes deudas para emprender el peligroso viaje y llegar a la tierra de la libertad y del “sueño americano”.
El historial de Ortega como represor de su propio pueblo es de sobra conocido a nivel internacional. Como represor de migrantes no tanto, ya que en contadas ocasiones ha llamado la atención de medios de comunicación internacionales los abusos a los derechos humanos que han cometido las autoridades nicaragüenses con migrantes de otros países.
A continuación enumeramos algunos de los casos que dejaron en evidencia la cruel forma de actuar de las autoridades frente a los migrantes, pese a que la propia Nicaragua históricamente ha sido un país emisor de miles de personas que también buscan una mejor vida en otros horizontes.
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1- Ejército y Policía asesinan a un migrante africano
La madrugada del 29 de septiembre del 2017 en el puente Las Lajas, en la comunidad La Virgen, de Rivas, soldados del Ejército de Nicaragua y agentes de la Policía mataron al migrante Mbang Atanga Azehfor, originario de Camerún, África.
De acuerdo a un comunicado del Ejército, militares y policías intercambiaron disparos con supuestos traficantes.
Ese día un grupo de migrantes africanos eran trasladados en dos vehículos. Según el Ejército, los oficiales dieron la orden de alto, pero desde los vehículos supuestamente les realizaron disparos y trataron de atropellarlos, por lo que estos “respondieron a la agresión con sus armas de reglamento».
Cuando la mamá de la víctima, Atanga Mary Frnwiemy, llegó a Nicaragua para reclamar el cuerpo de su hijo, el gobierno la detuvo y la acusó de tráfico de migrantes.
La Policía y el Ejército de Nicaragua habían dicho que Mbang Atanga Azehfor era traficante, sin embargo, las autoridades de Costa Rica habían registrado su ingreso al país el 22 de septiembre, procedente de Panamá. Los sistemas de alerta nunca arrojaron ninguna alarma que le vinculara a actividades de ese tipo, según un reporte de La Prensa.
2- Enjuician a maestra por ayudar a migrante africana y a su bebé
En el 2016 Nicaragua se vio conmocionada por el caso de la maestra Nilamar Alemán, de 62 años de edad, originaria de San Juan del Sur, Rivas.
Alemán estuvo desde el 8 de agosto hasta el 30 de septiembre de ese año en las celdas de la Policía Nacional de Ocotal, Nueva Segovia. Ella había sido condenada a tres años de cárcel por el supuesto delito de tráfico «imprudente» de migrantes. Finalmente el juez dictó una pena mínima y quedó libre.
Ese año, el régimen Ortega había impuesto un bloqueo a los migrantes africanos y haitianos en la frontera con Costa Rica. El “pecado” de la maestra había sido ayudar a una migrante ilegal originaria del Congo, Neohamo Zephirin, y a la bebé de esta, de 10 meses de nacida, reportó Confidencial.
La maestra había acogió a la la madre y a su hija enferma de pulmonía durante quince días, y cuando la bebé se recuperó decidió acompañarlas a llegar a la frontera con Honduras para que siguiera su camino hasta Estados Unidos,
3- Ortega corta el paso y ordena reprimir a migrantes cubanos
Los años 2015 y 2016 fueron muy tensos en Peñas Blancas, la frontera entre Nicaragua y Costa Rica, debido al bloqueo impuesto por Daniel Ortega al paso de miles de migrantes cubanos que tratan de huir de la pobreza en que los ha mantenido la dictadura comunista por más de 60 años.
El 15 de noviembre Ortega envió a su Ejército y a su Policía contra los migrantes cubanos que intentaban cruzar la frontera y los devolvió de nuevo a Costa Rica. Las fuerzas antimotines reprimieron con bombas lacrimógenas a los migrantes.
Medios de prensa reportaron en ese entonces que las autoridades nicaragüenses habían desplegado tres camiones repletos de militares y dos buses con antimotines.
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4- Migrantes africanos ahogados en el Lago Cocibolca
Ese 2016 fue especialmente duro para los migrantes africanos en Nicaragua. El lunes 1 de agosto fueron encontrados ocho cuerpos en el lago Cocibolca, el más grande de América Central.
En un comunicado la Policía Nacional dijo que “por sus características físicas y vestimentas se presume que son personas de origen africano tratando de llegar a Estados Unidos”. Se determinó que habían muerto ahogados.
Días después se encontraron otros dos cuerpos de africanos en la costa del lago.
El Cocibolca, de 8,264 kilómetros cuadrados de superficie, se encuentra a pocos kilómetros de la frontera con Costa Rica. Ante el bloqueo impuesto por Ortega, los migrantes africanos, desesperados, se aventuraban a cruzar Nicaragua por las rutas más peligrosas.
Exactamente un año después también se encontraron cuerpos de africanos ahogados en Casares, en la costa del océano Pacífico.
Justicia internacional tarda en estos casos
Ante los casos de violaciones a los derechos humanos de migrantes la beligerancia de la justicia internacional suele ser o nula o tardar décadas.
Para dar un ejemplo, en junio del 2020 la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que el Estado de Nicaragua era responsable de la muerte del migrante ecuatoriano Pedro Bacilio Roche Azaña y también de las heridas a su hermano Patricio Fernando Roche Azaña.
El migrante había sido asesinado cuando agentes estatales de Nicaraguadispararon contra la furgoneta en la que se trasladaba. El hecho había ocurrido el 14 de abril de 1996. Es decir, el sistema interamericano tardó 24 largos años en determinar la culpabilidad del estado nicaragüense en ese crimen.
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