La persecución desatada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica de Nicaragua y la captura esta madrugada del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, está motivando un repudio internacional. Uno de los que expresó su indiganación fue el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.
«La policía de Nicaragua ha detenido a mi hermano en el episcopado, monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, tras irreupción a su sede episcopal», denunció Ulloa a primeras horas de la mañana de este viernes, tras darse de lo ocurrido.
«Los hechos aberrantes que rodean esta detención son motivo de alarma y dolor en toda la Iglesia Latinoamericana», subrayó.
El pronunciamiento del arzobispo de Panamá se ha dado incluso antes de que la Conferencia Episcopal de Nicaragua o el Cardenal Leopoldo Brenes lo hagan, ya que hasta casi el mediodía de este viernes, no existe ningún comunicado oficial sobre lo sucedido con uno de los líderes de la Iglesia católica del país.
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