La tarde de este lunes fue encontrado con un disparo en la cabeza Fernando Baltodano, alcalde sandinista del municipio de Diriamba.
Se tratada de uno de los alcaldes que se había caracterizado por su lealtad al dictador Daniel Ortega y a su esposa Rosario Murillo, sobre todo en los momentos más duros de las protestas antigubernamentales del 2018, que tuvieron a Carazo como una de las localidades donde más fuerte fue el estallido social contra el gobernante FSLN.
El cuerpo de Baltodano estaba dentro de su camioneta Toyota en un predio montoso de la carretera Diriamba a La Boquita. Extraoficialmente se habla que se trató de un suicidio.
Al momento de su muerte, la municipalidad había sido intervenida por el Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal (Inifom) debido a supuestos malos manejos.
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Se convierte en alcalde en medio de señalamientos
Tenía 54 años de edad y una larga trayectoria como funcionario público, llegando a ser no solo varias veces alcalde de esa localidad caraceña sino también diputado ante la Asamblea Nacional.
Era oriundo de Diriamba, donde nació en 1968. Estaba casado y era padre de cuatro hijos. Era de profesión ingeniero civil.
Como funcionario público no estuvo fuera de polémica y en varias ocasiones se le reprochó su labor al frente de la alcaldía diriambina.
En Diriamba incluso hay un barrio que lleva su nombre y desde el 2014 fue presidente de la Junta Directiva del equipo de fútbol Cacique Diriangén FC.
Había sido alcalde del 2005 año 2008. No pudo seguir en el cargo debido a que no estaba permitida la reelección.
De acuerdo a un reporte del extiendo periódico El Nuevo Diario, en abril del 2004, durante la campaña, por la ciudad de Diriamba circularon volantes en los que se acusaba a Baltodano de usar dinero de los contribuyentes, como funcionario de la alcaldía, para «montar una empresa personal». El político rechazó los señalamientos. En esas elecciones municipales corrió como candidato aliado del FSLN. Antes había pertenecido a los liberales, de acuerdo al reporte de El Nuevo Diario.
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Electo diputado, pero pudo volver a correr por la alcaldía
En el 2011 fue electo diputado por el departamento de Carazo, pero al año siguiente corrió como candidato a la comuna con un permiso de la Junta Directiva del Parlamento, saliendo electo y asumió en el 2013. Fue reelecto alcalde en las elecciones municipales del 2017.
Acusación en su contra
En agosto del 2013 se vio involucrado en otra polémica, cuando el Tribunal de Apelaciones de la Circunscripción Oriental Sala de lo Penal de Masaya dio «ha lugar» a un recurso de exhibición personal en su contra debido a una denuncia interpuesta por Francisca del Carmen Maldonado Munguía, de 85 años de edad, a través de su hija Marlene Marisol Toruño Munguía.
En el escrito judicial se señala que dos funcionarios de la comuna, Vladimir Centeno Maldonado, Responsable de Urbanismo de la Alcaldía de Diriamba, y Francisco López, llegaron a casa de habitación de la señora, aduciendo que «el alcalde les mandó a que tomaran su propiedad». Estos «se introdujeron con violenciq y la agredieron física y verbalmente», igualmente «la amenazaron con mandarla presa por órdenes del alcalde».
Represión del 2018
Sin embargo, lo más polémico de su gestión como funcionario fue en el 2018. Ese año fue señalado por opositores de ser uno de los organizadores de la represión en Diriamba y Jinotepe.
Por ejemplo, en abril del 2018, en Diriamba hubo marchas contra el gobierno, lo que fue respondido por el oficialismo con contramarchas que resultaron en enfrentamientos. En las marchas del gobierno participaron militantes del FSLN y trabajadores de la alcaldía de Diriamba, incluyendo Baltodano.
Igualmente se le ha señalado de haber sido uno de los organizadores de las turbas que en 9 de julio de ese año irrumpieron en la Basílica de San Sebastián, atacando al cardenal Leopoldo Brenes, monseñor Silvio Báez y otros sacerdotes que llegaron a rescatar a un grupo de jóvenes y religiosos que se encontraban cercados en el templo.
Pocos meses después, en iciembre de ese año, durante el acto de inauguración de una estación policial, en la que participó el comisionado general Ramón Avellán, Baltodano aseguró que gracias a Daniel Ortega y Rosario Murillo es que se respiraban aires de tranquilidad y espacios de paz, y que la ciudadanía se sentía «nuevamente reconfortada por el buen trabajo de nuestros hermanos azules», como llaman los sandinistas a los agentes de la Policía.
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