El comisionado y subdirector general de la Policía Nacional, Ramón Antonio Avellán Medal, se encuentra desaparecido de la palestra pública desde el mes de diciembre de 2022, cuando el dictador Daniel Ortega lo llamó “héroe” por “ acuartelarse” armado en una estación policial en la ciudad de Masaya en 2018 y no “disparar” contra los manifestantes que exigían el fin del régimen sandinista.
Avellán comenzó a desaparecer de eventos políticos importantes, en los que solía participar con el director y primer comisionado general de la Policía, Francisco Díaz Madriz, y el subdirector Adolfo Joel Marenco Corea, anterior jefe de Investigación Policial y de Inteligencia Política.
El otrora poderoso Marenco fue enviado a retiro en noviembre de 2022. Dos días después, Ortega nombró a Zhukov Serrano Pérez, como nuevo subdirector de la Policía, el cargo que ocupa o al menos ocupaba Avellán y Marenco. Su desaparición comenzó a notarse, además, cuando Horacio Sebastián Rocha López, fue nombrado ministro asesor presidencial para temas de seguridad, en diciembre de 2022.
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Nicaragua Investiga analizó 57 actos centrales en los que aparecen altos funcionarios del régimen, jefes militares y policiales junto a Ortega y su esposa Rosario Murillo. En el 43 Aniversario de Fundación de la Policía, del 28 de septiembre de 2022, en los que particularmente participan subdirectores generales de la Policía, Avellán estuvo presente en la tarima principal junto a Adolfo Marenco y Francisco Díaz, también consuegro de Ortega.
Luego, en el 44 Aniversario de Fundación de la Policía Nacional, del 11 de septiembre de 2023, Avellán no estuvo presente. Solo participaron Francisco Díaz, Horacio Rocha y Zhukov Serrano, además del comisionado general Aldo Sáenz Ulloa, y el inspector y comisionado general, Jaime Vanegas.
¿Retirado en secreto?
Nicaragua Investiga conoció a través de fuentes cercanas al comisionado Avellán que supuestamente lo retiraron de su cargo en secreto y que el régimen pretende bajarle el perfil.
Por otro lado, fuentes ligadas a la institución policial indicaron que supuestamente “no estaba retirado” y que se encontraba recuperándose de una operación en la próstata. Sin embargo, su ausencia ha sido prolongada si se tratara de una “recuperación”.
Avellán estuvo en estado crítico en medio de la pandemia del coronavirus en el año 2020 en el Hospital Roberto Huembes, de la Policía. Su esposa, Maritza Mayorga Narváez, originaria de Jinotepe de donde también es oriundo su esposo, quien laboraba en el comisariato de la Policía, murió en junio de ese año por el virus.
Con ella procreó dos hijos: Selim Daniel Avellán Mayorga, director del Centro de Estudios Avanzados en Banda Ancha para el Desarrollo (Ceabad), de Telcor, y Ana Katyuska. Ambos graduados en la Universidad Católica Redemptoris Máter (UNICA), propiedad de la familia del fallecido magistrado Roberto Rivas.
Avellán ahora tiene nueva esposa. Una fuente cercana explicó que él desconfía hasta de su propia sombra y que actualmente vive en una residencia en carretera a Masaya, que fue propiedad de un narcotraficante.
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El escurridizo Avellán
Avellán es escurridizo. Desaparece y luego aparece en operativos dedicados a reprimir a opositores. Una de sus apariciones repentinas fue el 9 de agosto de 2022, cuando fue asediado en Matagalpa el obispo Rolando Álvarez, que en ese momento era vigilado de forma permanente por policías, antimotines y paramilitares. Con la llegada de Avellán, se reforzó la represión contra el sacerdote.
“Ha desarrollado misiones importantes donde el tipo ha cometido crímenes de lesa humanidad, es un matón al servicio del régimen y le han bajado el perfil, pero no tengo dudas de que siga realizando trabajos importantes para la dictadura dentro de la estructura represiva de la Policía”, apuntó Juan Carlos Arce, abogado del Colectivo Nicaragua Nunca Más.
Arce detalló que en abril del año pasado presentaron una investigación profunda en donde identificaron 158 perpetradores. “Avellán está ahí y lo llamativo es que es el único mencionado 14 veces por 14 víctimas que lo señalan, que lo reconocen realizando acciones criminales”, afirma.
Días después de ser visto en Matagalpa, el 2 de septiembre, en el 43 aniversario de Fundación del Ejército de Nicaragua, estuvo presente en una tarima principal con altos mandos de la Policía, visiblemente decaído. También se le vio saludando a los dictadores Ortega y Murillo en el Desfile del 43 Aniversario de Constitución de la Policía Nacional, del 30 de septiembre. En la Promoción de Oficiales del Centro de Estudios Militares, del 12 de diciembre de 2022, también estuvo presente.
“El comisionado Ramón Avellán no es más que un sicario que porta uniforme de una institución político-partidaria que ha comandado y dirigido a grupos de sicarios que han perseguido, oprimido y asesinado a cientos de nicaragüenses”, señaló Yubrank Suazo, ex reo político desterrado a Estados Unidos.
¿Horacio Rocha reemplazó a Avellán?
El cargo de Avellán es tan importante que está por debajo de Francisco Díaz y hasta era el encargado de tomar la promesa de ley para ascender a oficiales, como revela una nota informativa publicada en octubre de 2022, sobre el ascenso de 133 policías.
Este tipo de nombramientos lo hacen los directores o subdirectores de la Policía. Pero ahora, quien usurpa funciones y hace este tipo de juramentos es Horacio Rocha, quien es ministro asesor presidencial y no subdirector. Esto demuestra el gran poder que tiene él dentro de la institución. En esa ocasión, él hizo la promesa de ley a los nuevos jefes de la Dirección de Antinarcóticos, cuando le correspondía al primer comisionado Francisco Díaz, pero estaba ausente ante un viaje a China. En todo caso tendría que haberlo hecho un subdirector, como Zhukov Serrano.
Rocha fue subdirector de la Policía y pasó a retiro en 2014. Luego fue nombrado cónsul general de Nicaragua en Corea del Sur. En diciembre de 2022, cuando comenzó a degradarse la imagen de Avellán, apareció como ministro asesor.
Zhukov Serrano, ex jefe de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional, fue nombrado subdirector general, mediante un acuerdo presidencial publicado en La Gaceta, el 23 de noviembre de 2022, dos días después de pasar a retiro Adolfo Marenco, comisionado general y subdirector de la Policía. No hay registro de Avellán en La Gaceta a pesar de su prolongada ausencia.
¿Cayó en desgracia Avellán?
Marenco cayó en desgracia días después de haber pasado a retiro. Supuestamente estuvo bajo “casa por cárcel” por denuncias de corrupción y de contrabando de cigarrillos, que a mediados del año 2022, afectaba intereses comerciales de empresas cercanas a la pareja dictatorial, entre ellas una del Ejército.
Él no sería el único jefe policial involucrado en el negocio, pues la fuente judicial manifestó en esa ocasión a Nicaragua Investiga que en las indagaciones también detectaron a otros comisionados, pero desconoce quiénes son.
“Puede ser que el perfil público se lo hayan bajado por una estrategia, porque ha sido uno de los comisionados más señalados. Cuando uno piensa en los rostros de la represión, sin duda Avellán está ahí”, explica Arce, pero remarca que al régimen no le interesa mostrarse como represor y que posiblemente también sea por otras razones.
“Es probable que haya otras razones y tengan que ver con la pérdida de confianza. Este es un régimen que se basa en lealtades y confianza. Y cuando hay una pérdida de confianza, suelen apartar al funcionario, solo son fichas”, sostiene.
El “héroe” de Ortega
El 19 de diciembre de 2022, Ortega saludó públicamente a Avellán y lo llamó “héroe”, en la graduación de cadetes de la Academia de Policía de Nicaragua, por estar acuartelado en 2018 en una estación policial en el municipio de Masaya. En el acto estuvo el comisionado Horacio Rocha vestido de civil. Al otro extremo de la mesa principal, estaba Avellán sentado al lado de Zhukov Serrano.
“Está nuestro querido hermano, héroe, que puso a prueba lo que es la disciplina con los compañeros que estaban en ese comando (policial) en Masaya”, dijo Ortega referente a la ciudad que se levantó contra su régimen en abril de 2018.
“A estas alturas que Ortega califique a alguien de héroe no significa nada. Estamos hablando de un sanguinario llamando héroe a otro sanguinario”, contrarrestó Arce.
“No es fácil estar en un cuartel, estar armado, con suficientes armas y personal como para barrer con quienes atacaban todos los días ese cuartel, alentados por los que no tienen ningún amor a Dios, alentados por los caínes y atacando todos los días”, señaló Ortega. “¡No disparen! ¡Hay que aguantar! Esa es una orden difícil de cumplir, y aquí la Policía dio una muestra de disciplina, y todo para evitar una mayor tragedia de la que ya estaban provocando los terroristas”, alegó.
Sin embargo, esos hechos dejaron más de 361 muertos y miles heridos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Este plan golpista fue un plan diabólico”, dijo Avellán en una entrevista que brindó luego de ser nombrado subdirector de la Policía. “No fue la gente de Monimbó y de Masaya la que se levantó en contra de nuestro presidente, fueron los vagos, los delincuentes y los derechosos golpistas”, matizó al reconocer que estas ciudades son reconocidas por ser sandinistas, pero en 2018 fueron bastiones de resistencia y se cansaron de la mano dura de Ortega y Murillo.
Avellán es muy conocido y a la vez despreciado en Masaya por desempeñarse como jefe de esa estación y uno de los oficiales más represores. En 2019, por ejemplo, en medio de la celebración del patrono de esa ciudad, San Jerónimo, los ciudadanos presentes le gritaron “asesino”, lo abuchearon, le lanzaron botellas y bolsas de agua. Después de esto hubo varias detenciones.
“En la memoria y conciencia del pueblo masayense, el nombre del comisionado Avellán es sinónimo de persecución, encarcelamiento, tortura y muerte”, señaló Yubrank Suazo, quien es originario de Masaya. “Estuvo al frente de la represión y dirigió la Operación Limpieza que dejó más de 20 jóvenes asesinados en Masaya”.
Avellán nació en Jinotepe en el seno de una familia pobre, el 11 de noviembre de 1954, cumplirá 70 años. Estuvo en la guerrilla sandinista en 1976 y después trabajó discretamente en las oficinas del Ministerio del Interior, lo que le sirvió de trampolín para llegar a la institución policial. Además, se desempeñó como jefe policial de la ciudad de Bluefields, jefe de Seguridad Pública y ocupó el cargo de jefe de Tránsito Nacional. Aparte de ser subdirector general, fue jefe de investigaciones a nivel nacional.
“Dentro de la estructura represiva de Ortega, este tipo ha jugado un rol importante, no solamente en la “Operación Limpieza”, donde estuvo en Masaya, sino también estuvo en el Caribe Norte desplegado por un tiempo, y esto poco se menciona”, acotó Arce.
Un pasado oscuro
Avellán tiene un pasado oscuro y es un viejo torturador. Fue mencionado cuando era jefe de investigaciones de la Policía en el caso de los sospechosos de la “masacre del 19 de julio” de 2014, por torturar con saña a Eddy Antonio Gutiérrez Delgadillo y su primo Jairo Alberto Obando Delgadillo.
“Yo me declaro inocente porque no he tenido nada que ver con ese acto terrorista, me dijeron los policías te comés la torta y me golpearon”, dijo Gutiérrez, y relató que días después, durante la tortura, el jefe de la Dirección de Auxilio Judicial lo llevó a una casa particular donde estaba Avellán vestido de civil para torturarlo.
“El señor Avellán me llevó a una casa particular y ahí comenzó lo peor, una tortura que nunca se lo deseo a nadie. Tengo una cicatriz que puede dar testimonio de que supuestamente era para cortarme la yugular”, añadió.
“Me taparon los ojos y me torturaron como si fuera un delincuente. Uno me puso el AK en el ano, el otro en la costilla y otro en la cabeza, y me dijo: «aquí vas a hacer lo que nosotros te digamos hijo de puta, porque estás en nuestras manos porque sino tu familia se va a morir y los vamos a decapitar, mano por mano y pie por pie»”, detalló Obando.
Avellán, el buen servidor de Ortega
Avellán, quien estuvo a cargo de esa sangrienta operación en Masaya en 2018, es uno de los oficiales más premiados por su lealtad al dictador. Su obediencia lo llevó a bailar “El Comandante se Queda”, después de liderar ese operativo que ocurrió a partir de junio de ese año.
El 23 de agosto de 2018, después de la operación mortífera, fue ascendido como subdirector general de la Policía, al igual que otros comisionados que participaron en la represión. La Alcaldía de Masaya, bajo la dirección de Janina Noguera, lo nombraron “hijo dilecto”, a pesar que fue sancionado a partir de 2019 por Estados Unidos, Canadá y Unión Europea y por graves violaciones a los derechos humanos.
“Nombran a este personaje oscuro como hijo dilecto, pretendiendo borrar de la memoria de nuestro pueblo esa imagen que se tiene de esta persona quien ha sido uno de los responsables directos de manchar de sangre hermanos inocentes a nuestra amada ciudad”, zanjó Suazo.
Estados Unidos, por ejemplo, le atribuye al menos 107 asesinatos.
La Justicia de Argentina abrió un proceso de investigación en contra de Ortega y Murillo junto a varios funcionarios de la Policía y del Ejército, por crímenes de lesa humanidad.
La lista está conformada por Francisco Díaz, jefe de la Policía; Aminta Granera Sacasa, la exdirectora de la Policía Nacional; Julio César Avilés, el jefe del Ejército; Néstor Moncada Lau, el asesor presidencial en seguridad nacional; Óscar Valladares, asesor presidencial en temas de defensa; Óscar Mojica, Ministro de Transporte e Infraestructura (MTI) y general en retiro.
También figuran en la lista, Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional; Roberto López, director del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS); Sonia Castro, exministra de Salud y Ovidio Reyes, presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN).
Avellán no forma parte de esa lista a pesar de las 107 muertes que le atribuyen. “Yo creo que debe ser incluido en esta lista porque hay elementos que lo vinculan y es un proceso fácil de indagatorio, pero además está en fase de construcción”, dijo Arce.
El abogado considera que posiblemente las persona que han sido parte de este proceso hasta ahora no señalan directamente y por eso no aparece en la lista. “Tiene que ver con quiénes han aportado a los testimonios hasta este momento con las evidencias y que lo incriminan. Parece indiciar que Avellán todavía no ha sido señalado de manera directa”.
“La tarea de las organizaciones y de las víctimas es fortalecer lo que tiene que ver con la represión y la participación de la responsabilidad penal de Avellán, pero hay que evidenciarlo. No es suficiente con que se mande un informe que diga que Avellán participó, tiene que haber víctimas que lo señalen”, consideró.
“Si hubiera una definición para el comisionado Avellán, sería un violador de derechos humanos, que ha manchado sus manos con sangre de hermanos nicaragüenses que con valor y dignidad han sido leales a la defensa de la libertad de la justicia y la democracia para Nicaragua”, cerró por su parte Suazo.