El contrabando de cigarrillos, que a mediados del año 2022 afectaba intereses comerciales de empresas cercanas a la pareja dictatorial, entre ellas una del ejército, es una de las varias razones por las que cayó en desgracia el exjefe de la inteligencia policial de la dictadura, comisionado general Adolfo Marenco Corea.
Así lo afirma a Nicaragua Investiga una fuente judicial, bajo anonimato, quien reveló que, el 22 de agosto pasado, fueron declarados culpables por el delito de contrabando un total de nueve personas, de las cuales cuatro trabajaban bajo las órdenes de Marenco en el tráfico ilícito de cigarros
Según la fuente, uno de estos procesados era mano derecha de Marenco en diferentes negocios que el exjefe policial realizaba a espaldas de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
La fuente no quiso identificar a esta persona, supuesta mano derecha de Marenco, pero, en el juicio que se llevó en el juzgado Noveno de Distrito de lo Penal de Juicio de Managua, se determinó que el cabecilla del grupo de contrabandistas era el procesado Carlos José Avendaño, de 40 años de edad y conocido como «Taitai», y su principal socio, o segundo al mando en el grupo, era Barney Giovanny Medrano Bonilla, también procesado.
Otros imputados son Antonio de Jesús Dávila Reyes, Carlos Manuel Taleno Salinas, Darwin Ariel Calero Murillo, Norlan Ramón Jiménez Monjarrez, Reinaldo Antonio Flores Bello y Lester Rubén López Ardón, entre otros.
El grupo operaba bajo la dirección del comisionado Marenco, afirmó la fuente, y, tanto de la frontera norte como de la sur, introducían cigarrillos de las marcas Modern, Fisher, Elephant, Rubí, Marshall Mentol, Marshall full flower, Mondeo, Jaisalmer, King´s Club, Roly, Jacks.
Estos cigarros eran vendidos en pulperías, casinos y en los mercados Iván Montenegro, Oriental y el Mayoreo.
La fuente dijo a Nicaragua Investiga que no se sabe desde cuándo el comisionado Marenco estaba involucrado en el ilícito, pero el grupo que fue acusado estaba siendo perseguido desde el año 2015, dijeron los policías que testificaron en el juicio.
Encarcelan al exjefe de espionaje de la Policía Nacional, Adolfo Marenco
Limpiaron a Marenco
Empresas ligadas a la dictadura, entre ellas una del ejército, se quejaron de que el contrabando les hacía competencia ilegal y las pesquisas de la Dirección de Investigaciones Económicas (DIE) de la Policía llevaron hasta el comisionado Marenco, quien, además de jefe de inteligencia, también era uno de los subdirectores de la insitutción policial.
Marenco era el encargado de espiar a todos los opositores y miembros de la sociedad civil críticos con el régimen de Daniel Ortega, y recopilaba información sobre los mismos.
En el proceso judicial contra los ahora condenados no se menciona ni una vez el nombre de Marenco, pero una fuente judicial ligada al caso afirmó a Nicaragua Investiga que el entonces jefe policial fue excluido de la acusación por órdenes de la pareja dictatorial.
Sin embargo, a mediados de enero de este año 2023 trascendió a través de los medios de comunicación que Marenco estuvo preso en El Chipote, y, hasta hoy que se revela una de las razones de su destitución, solo existían teorías sobre la causa de su caída.
La destitución de Marenco no se dio solo por su involucramiento en el contrabando de cigarrillos, sino por otros hechos que lo llevaron a enriquecerse y que causaron que finalmente Marenco fuera defenestrado en noviembre de 2022, cuando el grupo acusado de contrabando ya tenía tres meses siendo juzgado, pues la acusación fue presentada en agosto de 2022.
Marenco no sería el único jefe policial involucrado en el contrabando, pues la fuente judicial manifestó que las investigaciones también detectaron a otros comisionados de El Chipote, pero desconoce de quiénes se trata.
Negocio redondo
Las ganancias que el contrabando de cigarrillos dejó a los acusados fueron jugosas, pues solo la DIE les identificó movimientos de dinero por 894.3 millones de córdobas y 8.4 millones de dólares.
Por el contrabando, el Estado dejó de percibir 1.4 millones de dólares, según determinó la Dirección General de Aduanas (DGA).
A los acusados se les ocupó, además de grandes cantidades de cigarrillos, también bienes muebles e inmuebles, especialmente bodegas, módulos en mercados, otras propiedades, computadoras, mesas, sillas y otros muebles de oficina, así como camionetas lujosas, carros y camiones.
Igualmente, se les decomisó teléfonos celulares, armas de fuego, cajas de whisky, chalecos antibalas, paneles solares con su planta eléctrica, otras mercancías (chinelas), cheques y documentación personal y de empresas que tenían los procesados.
Conectado con la dictadura
En el juicio resaltó que uno de los acusados estaban bien conectado con el régimen de Daniel Ortega.
Se trata de Lester López Ardón, quien tiene cuatro empresas, entre ellas una constructora, una refinería de aceites y le brindaba servicios a la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos (Enabas), al Aeropuerto Internacional, a la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Enacal), así como al Ministerio de Educación (Mined), al cual le suministraban merienda escolar.
El testigo Roberto José Maltez, abogado, dijo que López Ardón licitaba con Enacal obras de construcción, compras con el Aeropuerto Internacional. Además, comercializaba aceite, el que también vendía al Mined para que fuera incluido en la merienda escolar.
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