El Banco Central de Nicaragua (BCN) dispuso este jueves que, a partir del 1 de enero de 2025, todos los negocios dentro de Nicaragua cobren únicamente en moneda local, es decir en córdobas.
«Todos los agentes económicos que oferten sus bienes y servicios dentro del territorio nacional deberán indicar los precios de estos en la moneda nacional, el Córdoba, utilizando su símbolo “C$” dice la nota emitida por la entidad financiera del país.
El comunicado agrega que «todos los pagos que se liquiden en Nicaragua a través de tarjetas de crédito, tarjetas de débito y cualquier otro tipo de tarjetas, físicas y electrónicas, aun cuando estén referidos en moneda extranjera, deberán ser efectuados en la moneda nacional, el Córdoba».
En Nicaragua la mayoría de empresas y bancos tienen dolarizados el precio de sus productos y servicios, por lo que la medida implicará una transformación en el comercio local.
Lo ilógico de la medida es que recientemente, el régimen presentó una reforma a la Ley de Migración y Extranjería en la que dolariza los precios de los pasaportes y otros servicios migratorios que antes se cobraban en Córdobas. Una muestra más de la impulsividad e improvisación ejecutiva de la dictadura.
Congelan tasa cambiaria para 2025
En la misma nota de prensa el Banco Central de Nicaragua informó que la tasa cambiaria del córdoba con relación al dólar quedará congelada durante todo el 2025. Siendo esta de 36.6243 córdobas por dólar.
El BCN dice que esta medida, que es una extensión de las acciones adoptadas durante 2024, le han permitido un «crecimiento sostenido de la economía, inflación baja, sistema financiero estable, cuentas externas balanceadas y estabilidad del mercado cambiario».
Esta es una perspectiva que comparte el Fondo Monetario Internacional que en su más reciente informe le da al régimen una buena calificación en el manejo macroeconómico, sin embargo, este mismo organismo les advirtió que esa estabilidad está en riesgo a medida que sigan causando inseguridad jurídica con leyes arbitrarias y confiscaciones que se podrían traducir en sanciones internacionales más estrictas.
El régimen hizo caso omiso de esas recomendaciones y en las últimas dos semanas ha consolidado su toma del control absoluto, lo que podría representar en 2025 enormes desafíos para la economía del país.