El sol se muestra imponente y las calles despejadas a las 7:00 de la mañana en la ciudad de León. Es enero y empieza hacer calor en el mercado de la terminal de buses, donde la actividad comercial apenas empieza entre el ruido de las rutas, comerciantes y los cargadores que abastecen a los pequeños tramos de hortalizas, frutas y otros productos perecederos.
“Aquí todo está caro”, “ya no vamos a comer”, “el dinero ya no da”, son parte de los frecuentes lamentos que se escuchan en el populoso mercado desde el año pasado, y no se diga en el inicio de este. Las familias leonesas sufren el golpe de bolsillo debido a las constantes alzas de los productos de la canasta básica.
A diario, Anabel Zúniga, compra en este mercado la comida de tres tiempos para los cinco miembros de su familia. Cuenta que su esposo, tiene un trabajo informal como trabajador del volante (taxista) en un turno de 8 horas, en el que gana de “acuerdo al movimiento”.
“Por ejemplo ayer (este martes) fue un día malo, solo sacó para la comida 300 córdobas, y esos los tengo que estirar en el mercado para comprar lo esencial; dos libras de frijoles, una libra de arroz, media libra de queso, tres plátanos, 20 córdobas de chiltoma, igual de tomate, una libra de cebolla, y el pasaje de la ruta. Cómo ve, no alcanza ni para la mejora, menos para el ahorro del pago mensual de los recibos de agua y luz”, manifestó.
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Precios “para arriba”
En la segunda semana del mes de enero, las hortalizas, y frutas, principalmente los cítricos amanecieron caros. En el caso del tomate, mantienen el precio en 80 córdobas el balde de unos 12 centímetros de alto, la chiltoma a 50, la cebolla 30, y la papa a 50 córdobas la libra. Este último, es el tubérculo más caro que se cotiza después del quequisque.
“Estamos comprando más caro el canasto de este producto y para poder abastecer debemos estar de pie a las 3:00 de la madrugada porque se va rápido. Por ejemplo, la cajilla de tomate la estamos comprando en 800 córdobas y la de chiltoma en 400. En el caso de los cítricos, como las naranjas y mandarinas se cotiza en 50 córdobas la docena, y el limón indio a 70 y 80 córdobas la docena”, manifestó el comerciante Carlos Salgado.
Otras de los productos perecederos que amanecieron elevados es el plátano; a 10 córdobas la unidad, el banano caraceño a 40 la docena, el melón 50 y la sandía a 180 córdobas.
Año será difícil
Yonathan Ramírez, es un contador público que administra su propio negocio de abarrotes. Él cree que la inflación generalizada es uno de los elementos que ha llevado a pronosticar que el 2023 será un año de recesión o de muy bajo crecimiento, ya que el clima de inversión, cada día se agrava debido a la crisis política, y económica que vive el país desde el año 2018 y que desmejoró con la pandemia.
Para este pequeño empresario, son múltiples las razones del porqué el incremento descontrolado de precios que no se veía desde hace muchos años. Indica que lo primero que se debe entender, es que se trata de un fenómeno global en el que ha incidido la crisis sanitaria de la pandemia, luego el impacto de la guerra en Ucrania, el incremento en el precio del dólar, los combustible y el costo de servicios básicos, la crisis climática que ha traído consigo sequías una veces y copiosos inviernos en otras y daña los cultivos. A eso hay que sumarle en Nicaragua, la actual crisis sociopolítica.
Para el administrador de empresa Lenín Juárez, ese impacto apenas está comenzando. “Este año no hay señal de que las cosas mejoren”, dice. Juárez recomendó a la ciudadanía a planear muy bien los gastos personales o familiares lo más que se pueda.
“Hay que comparar precios en los mercados, buscar alternativas cuando un producto exceda lo que se puede pagar, hacer presupuestos muy claros para evitar que los recursos se vayan en lo que no es prioritario y comprar lo que está en flota porque resulta más barato”, recalcó.
Esta semana en los mercados de este departamento la libra de azúcar se cotizaba a 14 córdobas, el arroz entre 16-17-18 y hasta 20 córdobas la libra, según la variedad. Los frijoles entre 34 y 38 córdobas la libra, la cajilla de huevos entre 140 y 150, el litro de aceite a 58. La posta de carne de res a 140 córdobas libra y la de queso a 100 córdobas.
Enero, el mes más caro por el regreso a clases
Otros de los productos que comienzan a moverse en el comercio esta semana son los uniformes, calzado y útiles escolares. Los precios de las prendas de vestir varían de acuerdo a la calidad y la talla.
Los camisolines tricotextil se cotizan a 160 córdobas, de la talla S a XL, las camisetas a 200 la unidad, los pantalones de tela Sincatex varían de 280 a 400 córdobas. Así mismo las faldas de tela Sincatex se cotizan entre 200, y 280 córdobas, las camisetas sport a 250 y las calcetas a 45 córdobas. Los precios del calzado van desde los 500 hasta los 900 córdobas.
Hugo Flores, guardó su aguinaldo para los gastos escolares. Calcula que este año, sus gastos incrementaron en un 20 por ciento para alistar a sus hijos en edad escolar. “El viernes tuve que viajar al mercado Oriental en Managua, para comprar los cuadernos, lápices y mochilas para todo el año. Allá se compra más cómodo por docena, dado que son tres hijos lo que tengo que alistar y me sale más favorable”, comentó Flores, al calcular que gastó unos 15 mil córdobas en cuadernos, lápices, regla, borrador, tajador, estuche geométrica y mochilas, eso sin incluir los uniformes y los libros de textos.
De acuerdo a la tabla de precios en este rubro, el padre de familia deberá disponer de por lo menos unos 1500, 2000 y hasta 3,000 córdobas por hijo, para alistarlos para este año escolar 2023.
Nicaragua Investiga
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