Con apenas seis años, Valentina Cardoza, le ha enseñado a sus padres Gerson Cardoza Selva y Alejandra Suazo Uriarte, a vivir “un día a la vez”. Nació el 28 de noviembre de 2016, dándole alegría a sus progenitores y demás familiares. Es la primogénita de la pareja que hoy están moviendo cielo y tierra para recaudar dinero, llevar a la niña a otro país y que le realicen una operación.
Durante los primeros meses, la vida de Valentina parecía normal. “Era una bebé que lucía sana y gozaba de crecimiento”, rememora Alejandra, sin embargo, a los tres meses, tras un diagnóstico médico sus padres recibieron una noticia que les ha marcado los días, las horas y segundos. Se le detectó soplo en el corazón.
El diagnóstico médico fue confirmado cuando Valentina apenas tenía un año de vida, su madre recuerda que un cardiólogo le dijo que su pequeña tenía una lesión en el corazón, pero a medida que iba pasando el tiempo y asistiendo a las citas médicas, al corazón de Valentina se le encontraron más lesiones, como consecuencia del Síndrome de Shone, un conjunto de anormalidades congénitas cardiacas, muy poco frecuentes.
A su corta edad, la pequeña Valentina ha sido asistida por casi media docena de especialistas, un neurólogo, fisioterapeuta, nutricionista, cardiólogo y genética, este último detectó que la niña padecía de un retraso global en su sistema psicomotor, que afectaría, según Alejandra, la relación social de Valentina con las demás personas y su lenguaje. A eso se sumó, el Síndrome de Kabuki, que es un desorden congénito que afecta múltiples partes del cuerpo.
“Aunquen Valentina, el día de hoy tenga 6 años es una niña que aún no camina porque tiene problemas en su desarrollo psicomotor, también tiene problemas con la alimentación, ya que no come comidas sólidas solo blandas”, indica Alejandra.
La madre asegura que hace un par de años, en una de las citas les dijeron que “a partir de los 6 años su corazón iba a empezar a presentar más problemas”.
Una operación para que pueda vivir
Valentina asistía acompañada de sus padres a las citas médicas que le correspondían en el Hospital Infantil Manuel De Jesús Rivera “La Mascota”, en Managua. Cuando cumplió dos años, los especialistas les indicaron que la única opción para tener a Valentina “un poco más tiempo”, es una operación a su corazón, un tipo de operación que no se realiza en “La Mascota” por falta de recursos y por los altos costos que implica este tipo de procesos quirúrgicos.
“Valentina lucha cada día por llevar una vida normal y feliz. Es una niña que ilumina la vida de quienes la amamos y de quienes la conocen. Solo buscamos una esperanza de vida, un tiempo más largo a su lado porque sabemos que nuestra vida no sería igual sin ella”, insiste Alejandra.
Alejandra comenta que como consecuencia del diagnóstico que le dieron los médicos, cuando ella tenía tres años; arritmia, en la segunda semana de enero de este año, tras unos exámenes de Rayos X, le encontraron que Valentina tenía el pulmón derecho lleno de líquidos.
Actualmente Valentina se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de La Mascota, cumplirá una semana. “Solo buscamos darle una oportunidad de alargar sus años de vida, aunque sea un poco más, haría y daría cualquier cosa por mi hija, solo espero que las personas de buen corazón puedan apoyarnos”, afirma Alejandra.
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Ayuda para la operación
Hoy con su hija postrada en la cama de un hospital, Alejandra continúa con su fe y esperanza intactas. Con cariño comparte que, en medio de tantas dificultades, Valentina es una niña que le encanta ir a una escuelita, donde una profesora, le ayuda a que ella aprenda los números, los colores, las vocales y el abecedario. “Ama colorear y jugar videojuegos”, dice Alejandra.
La esperanza de que su hija pueda vivir “un poco más” la ha llevado a buscar ayuda económica para poder viajar junto a Valentina al extranjero, e incluso el padre de la pequeña, migró hace ocho meses en busca de mejores oportunidades laborales, que le permitan darle una mejor calidad de vida a su familia.
“Me gustaría llevar a Valentina a un país que tenga las condiciones, los medios, tecnología, economía y medicina más avanzada. Ya que aquí en el país no puede ser realizada la operación, se necesita de un equipo más experto”, clama con tristeza Alejandra.
Aunque la familia de Valentina cuenta con una persona en Estados Unidos que está adelantando las gestiones para una cita médica en un hospital, la respuesta que han obtenido en cuanto a gasto o costo, es que el especialista tiene que valorarla primero.
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Para iniciar, tanto Alejandra como Valentina necesitan conseguir visa para ir Estados Unidos. Afirma que ya intentó una vez, pero lamentablemente se la negaron. Por lo que en esta semana, intentará solicitar una visa de emergencia para las dos.
“Tengo cita para llenar el formulario y pedir la visa de emergencia, pero tengo que llevar la epicrisis para también demostrar que ella hoy día está hospitalizada”, comentó Alejandra.
Como madre, dice que, “quiero aprovechar que mis amistades están allá (Estados Unidos), que me está apoyando con los movimientos para conseguir el especialista experto en casos de patologías difíciles en el corazón. Y usted sabe que una madre da su vida por ver a sus hijos llevar una vida normal”, finaliza.
Si usted desea apoyar económicamente para que Valentina pueda ser operada de su corazón en el exterior, puede donar a la cuenta de dólares en LAFISE: 107225455 a nombre de María Alejandra Suazo Uriarte, o donar a través de la plataforma Gofundme: “Ayudemos a Valentina a encontrar una esperanza”.
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