El Gobierno de Estados Unidos, a través del Subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, se pronunció este miércoles sobre el cierre de la Universidad Centroamericana (UCA).
Nichols aseguró que la toma de la UCA significa una mayor erosión en las normas democrática, y con esta acción, el régimen sandinista asfixia el espacio cívico en el país.
«La toma de la Universidad Centroamericana, símbolo de excelencia académica y esperanza de futuro en Nicaragua, significa una mayor erosión de las normas democráticas y una asfixia del espacio cívico por parte de Ortega-Murillo», escribió Nichols.
El funcionario estadounidense declaró que el país norteamericano seguirá defendiendo los derechos fundamentales de los nicaragüenses.
La persecución contra la UCA
Desde el 2018, la dictadura sandinista ha realizado diferentes actos represivos en contra de la UCA por su posición en favor de la ciudadanía.
Estos actos incrementaron el pasado 9 agosto, cuando el régimen a través el Ministerio de Gobernación, congeló las cuentas bancarias de la universidad.
Un día después de esta medida, por pedido de la Procuraduría General de la República (PGR), «inmovilizó» los bienes inmuebles de esa casa de estudios superiores.
Una jueza, al servicio de Ortega y Murillo, acusó este martes de terrorismo a la alma máter y ordenó confiscarle todos sus bienes.
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