Estados Unidos firmó el lunes un acuerdo con el nuevo gobierno de Panamá, el de José Raúl Mulino, por medio del cual el Departamento de Estado estadounidense apoyará a las autoridades panameñas para «repatriar rápidamente a migrantes» ilegales que están en el país canalero.
Se trata de un proyecto piloto y Estados Unidos ya asignó seis millones de dólares a Panamá para «asegurar» las deportaciones, informó este martes en conferencia de prensa el subsecretario de Estado Adjunto en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Eric Jacobstein.
Jacobstein mencionó que el acuerdo se aplicará a los migrantes ilegales en Panamá «sin tener en cuenta la nacionalidad».
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Estados Unidos pagará pasajes de deportados
Con ese dinero, se capacitará a las autoridades panameñas para que las deportaciones se realicen «de una manera humana», dijo en la misma rueda el subsecretario Adjunto Principal de Comunicaciones en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Luis Miranda.
Además, con esos recursos también se costearán los pasajes aéreos para los migrantes ilegales que sean expulsados de Panamá.
Miranda indicó que el acuerdo fortalecerá un programa panameño ya existente para repatriar migrantes ilegales, pero que es «limitado».
Instan a usar vías legales
Por su parte, la asistente Especial del Presidente y Coordinadora de la Declaración de Los Ángeles, Marcela Escobari, comentó que, con ese anuncio, los Estados Unidos esperan «transmitir un mensaje contundente a cualquiera que busque protección o nuevas oportunidades económicas, (para) que utilicen vías legales y seguras en vez de poner las vidas en peligro».
El comentario de Escobari alude a los migrantes que cruzan la frontera natural entre Colombia y Panamá, conocida como el Darién, una zona selvática sumamente peligrosa y por la que pasan principalmente migrantes venezolanos, haitianos y ecuatorianos.
Solo en el año 2023, se reportó la llegada de 520 mil migrantes a Panamá a través del Darién.
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Situación del Darién es «trágica»
El cruce del Darién comprende más de 100 kilómetros de longitud y tiene zonas que todavía no han sido exploradas por el ser humano, debido a lo difícil que es penetrar. Además, el lugar es utilizado por narcotraficantes, quienes aumentan los riesgos para los migrantes.
Escobari afirmó que la situación en el Darién «es insostenible y en muchos casos trágica» y Estados Unidos pretende que el acuerdo con Panamá, para deportar rápidamente a los migrantes ilegales, «disuada a migrantes en el gran riesgo que implica cruzar el Darién, y que hagan uso de las vías legales».
Añadió que las autoridades estadounidenses están trabajando en proporcionar a las personas que tienen urgencias económicas o de seguridad en sus países a que cuenten con «más vías legales de regularización» para migrar a Estados Unidos.
Los funcionarios estadounidenses también mencionaron que la medida servirá también para proteger a los migrantes «del crimen organizado transnacional y las redes de contrabando de personas que explotan a migrantes vulnerables en el hemisferio occidental».
Redacción Central
