Iglesia Católica de Nicaragua demanda reformas profundas al sistema electoral

La Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua emitió un comunicado mostrando su preocupación sobre las elecciones generales que se celebrarán en noviembre próximo en Nicaragua. En el mensaje refirieron que es importante dar inicio a una profunda reforma al sistema electoral para garantizar unos comicios justos y transparentes.

«Tenemos por delante una oportunidad cívica irremplazable para dar una solución efectiva a las dificultades que nos agobian«, señaló en el mensaje la Arquidiócesis. También expresan que existen razones fundadas para temer que esta oportunidad electoral se pierda, «y más bien genere una profundización de la crisis si no somos capaces de crear las condiciones para una contienda electoral justa, libre y equitativa».

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Reformas profundas al sistema electoral

Señalaron que es oportuno que los nicaragüenses tenga presente las palabras de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua para que el país marche a nuevos horizontes.

«Hay que dar inicio a una profunda reforma política del sistema electoral del país para garantizar un proceso electoral presidencial absolutamente transparente y honesto, con nuevos y honorables miembros al frente del Consejo Supremo Electoral que garantice un proceso abierto irrestrictamente a observadores nacionales y extranjeros», declaró la Comisión religiosa.

Liberación para los presos políticos

Por otro lado insisten en la necesidad imperativa de liberar a los presos políticos, que son más de cien reos los que mantiene el gobierno de Daniel Ortega en las cárceles. Asimismo, piden que se haya un ambiente seguro para el retorno de los miles de exiliados, «respetar la libertad plena de expresión en los medios de comunicación y en las calles, y el cese de todo tipo de represión», interpelaron.

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La iglesia Católica de Nicaragua ha emitido mensajes contundentes haciendo llamados al gobierno de Ortega para lograr una salida pacífica de la crisis que atraviesa el país. Sin embargo, estos mensajes no han tenido eco en la gestión del caudillo sandinista, al contrario, ha sido señalados por el mismo Ejecutivo de ser «golpistas» y «promover» la violencia.