Desde que inició el proceso de inmunización contra la pandemia de COVID-19 en el país el pasado mes de marzo, la aplicación de las vacunas avanza a paso lento; de hecho, Nicaragua es el país centroamericano que menos dosis ha aplicado en su población a la fecha.
Los datos parciales disponibles muestran que hasta el 21 de mayo de 2021 las autoridades sanitarias habían aplicado un total de 167,500 vacunas, es decir en apenas un 2.53% de la población total de Nicaragua. Mientras que en el resto de países de la región centroamericana se presenta una cobertura superior a las 500 mil.
El médico epidemiólogo Leonel Argüello compartía durante un segmento del programa La salud está en nuestras manos, que en Nicaragua es necesario dar cobertura a al menos unas 850 mil personas, sin embargo, reconocía que «estamos lejos de poder cubrir esa poblacion para evitar las muertes por esta enfermedad».
Pocas vacunas
En Nicaragua se están recibiendo dos vacunas contra el coronavirus: la Covishield (82% eficacia) producida en la India con la misma fórmula que la Astrazeneca, y la Sputnik V (92% eficacia) de Rusia. Estas vacunas se están aplicando en personas mayores de 60 años y con enfermedades crónicas por ser los grupos de mayor riesgo ante el virus.
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El doctor Argüello lamenta que el país no cuente con suficientes vacunas. «No se está vacunando con la urgencia necesaria, nosotros tenemos capacidad para vacunar mas de 10 mil personas diarias si tenemos mas de 500 unidades de salud en este pais, y ademas de esto hay muchisimas oportundiades en el mundo, por ejemplo, Dinamarca tiene 200 mil dosis que no va a ocupar y hace rato nosotros dijimos que el gobierno debia aprovechar a pedirselas, pero no creo que se haya hecho esa solicitud».
Estados Unidos es otro país que ha hecho ofertas similares, pero el epidemiólogo insistía en que «si el gobierno no las pide, no pasan». Por otro lado, agregó que las asociaciones medicas han hecho gestiones con los paises centroamericanos para ver la posibilidad de vacunar al personal de salud el cual «no se ha priorizado pese a los riesgos». De hecho el personal sanitario nicaragüense fue incluido en la lista de vacunación hasta dos meses después de haber iniciado el proceso de inmunización en el país.
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