Carlos Pellas recibe el primer gran golpe tras la crisis de 2018

El reciente anuncio de Estados Unidos de excluir a Nicaragua de sus proveedores de azúcar con aranceles preferenciales para 2023 representa un duro golpe económico para uno de los empresarios más acaudalados e influyentes del país: Carlos Pellas.

Pellas es propietario del ingenio azucarero más grande de Nicaragua, el San Antonio, que produce unos 7.1 millones de quintales de azúcar por año, siendo el tercer ingenio más grande de Centroamérica.

El Comité Nacional de Productores de Azúcar se pronunció de inmediato sobre la decisión de Estados Unidos, asegurando en un comunicado que “esta cuota preferencial de exportación representaba unos 440 mil quintales, y generaban un beneficio adicional de 6.5 MM de dólares al año”.

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Además, dejaron claro que la situación “afecta directamente a los cuatro ingenios del país”. Aunque no se tienen cifras claras de cuánto de esa cuota era proveída por el Ingenio azucarero de Carlos Pellas, claramente al ser el San Antonio el más grande de Nicaragua es posible que su aportación sea una de las más importantes.

Negocios de Pellas a buen ritmo de crecimiento

Aunque a pocas semanas de haberse iniciado la crisis de abril de 2018, el Grupo Pellas anunció el cierre temporal de su hotel de lujo Mukul, este pudo reabrir y seguir recibiendo a personalidades internacionales que pagan costosas estadías.

El negocio licorero de Pellas también ha mantenido un buen ritmo en los últimos años, a pesar de la crisis social, política y económica que vive el país.

Sin embargo, la medida estadounidense toca directamente los bolsillos del empresario. “Evidentemente, es un mensaje directo, no solo al gobierno sino a la cúpula empresarial y, por supuesto, a Pellas y compañía. Tratándose un mensaje político tiene un sentido práctico”, dice el economista Enrique Sáenz.

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Sáenz cuestiona que Pellas permanezca en silencio, pues asegura que eso deja mucho en tela de juicio, porque según él “es obvio que algunos sectores del llamado gran capital siguen arreglados con Ortega por debajo de la mesa”.

Otro economista bajo condición de anonimato dijo a Nicaragua Investiga que la eliminación de Nicaragua en la participación de la cuota de azúcar afectaría sectorialmente las finanzas de Pellas, no así sus finanzas globales.

“El impacto ante un revés político como este de parte de Estados Unidos, naturalmente afectaría las finanzas sectoriales para Carlos Pellas, no así sus finanzas globales, ‘sería como pegarle con bate de plástico a un elefante, no lo movés’, pero a manera sectorial provocaría que encarezca el precio de sus productos y derivados de la caña de azúcar que es el tema de otros componentes como el ron”, indica este economista.

Pellas y el “modelo de consenso”

Carlos Pellas avaló durante los primeros 11 años del gobierno de Daniel Ortega el llamado modelo de “diálogo y consenso”, que se basó en una especie de alianza en la que los empresarios se beneficiaban del respaldo que ofrecían al caudillo sandinista.

“El concepto que él mencionó hoy, a mi me parece sumamente revolucionario y al mismo tiempo sumamente positivo para el futuro de este país, hay que buscar como institucionalizarlo porque está dando frutos extraordinarios”, dijo en esa ocasión Pellas en un video difundido por medios oficialistas.

La entrevista y la huida al silencio

Durante los momentos más álgidos de la crisis, Pellas ofreció una entrevista al Diario La Prensa, donde aseguró sentirse “indignado y muy dolido” por las víctimas de lo que consideró “la violencia desproporcionada con que el gobierno ha enfrentado los reclamos de los estudiantes y de la población en general”.

Para ese momento la ofuscación social era enorme y el régimen se sentía en la cuerda floja porque no podía contener el descontento generalizado y la condena internacional por la represión era masiva.

En ese entonces Pellas dejó claro que la única salida posible a la crisis que enfrentaba el país era “un adelanto de elecciones”, dentro de un marco constitucional y democrático.

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Luego que Ortega retomó el control de las calles por la fuerza, encarceló, confiscó y amenazó a empresarios, líderes políticos, periodistas, estudiantes, campesinos y opositores en general, Pellas no volvió a opinar más sobre la crisis del país.

El silencio del empresario se ha mantenido incluso cuando Ortega apresó a Michael Healy y Álvaro Vargas, presidente y vicepresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), respectivamente.

Para muchos líderes opositores, el silencio del que es considerado el empresario más influyente del país, es altamente cuestionable.

Pellas cabildeó para detener sanciones

Según se filtró a medios de comunicación como Confidencial, en 2017 el empresario habría hecho lobby con congresistas estadounidenses para que no se sancionara a funcionarios nicaragüenses.

Según el economista que pidió anonimato, por esa condición de poderío, el empresario podría utilizar sus influencias para mover a cabilderos en el congreso estadounidense y buscar soluciones a la situación de la industria azucarera.

“Es muy bien sabido el tema de los cabilderos que utilizan y Carlos Pellas no está exento de utilizar estos cabilderos en el congreso de los Estados Unidos porque ya se ha hecho, han quedado evidencias en otros momentos. Es muy interesante ver lo que él puede hacer. Más allá de su cercanía al gobierno de turno acá. Empresarios como éstos (Carlos Pellas) no dejan la política sólo a los políticos. No se quedaría de brazos cruzados”, explica.

En tanto, Enrique Sáenz considera que para Carlos Pellas “ya este es el segundo mensaje (de Estados Unidos). Hace algunos meses no incluyeron a Nicaragua en la redistribución del excedente de la cuota del 2021 y antes que le lancen el ‘tercer strike’ tendrá que moverse en alguna dirección”.