Los familiares del preso político, Miguel Mendoza, denunciaron en sus redes sociales que el periodista recibe agresión física y psicológica al momento que los policías requisan las celdas.
«Cuando le requisan la celda, los oficiales lo amarran con bridas de plástico y con mucha fuerza; y lo ponen contra la pared», compartieron sus familiares en una publicación de Facebook.
Miguel Mendoza fue uno de los periodistas independientes que, durante las protestas antigubernamentales que ocurrieron en la insurrección de abril de 2018, se mostraron críticos ante la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, para posteriormente ser detenido en junio de 2021, y declarado culpable en febrero de este año.
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«Cuando los oficiales amanecen de mal genio, los torturan psicológicamente diciéndoles que su familia no les llevan agua. Cabe aclarar, que de lunes a domingo se hace entrega de agua y bebida nutricional», declara.
Al mismo tiempo, denunciaron que durante las visitas familiares, en la Policía Nacional, los requisan de una manera «humillante» y los agreden sexualmente, a su vez que mantienen fotógrafos que los obligan a posar con y sin mascarillas.
Aparte de esto, expresan su temor al deterioro en la salud del periodista, dado que, en más de trece meses encarcelado y desde su última visita, ha perdido al menos 30 libras, y desde hace varios meses no se le realizan exámenes de sangre, y no tiene una alimentación adecuada, debido a que Mendoza padece de diabetes e hipertensión.
«Ha presentado de manera constante calambres en las piernas y fuerte dolor en la espalda. El «médico general» no presta atención a los malestares», manifiesta la publicación.
Dentro de la publicación, los familiares destacan el «ánimo admirable y la fe inquebrantable» de Mendoza, a quien se le niega el permiso para ver a su hija de ocho años de edad desde el momento en que fue privado de su libertad.
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