La escasez de mano de obra ya se siente en los ciclos agrícolas de primera, postrera, apante y en las actividades ganaderas de Chontales, lo que ha incidido de forma negativa en las áreas de cultivos que según Evelio Raquel Trujillo Romero, presidente de la Cooperativa Cristo Rey, de Juigalpa, han bajado significativamente.
De acuerdo al líder gremial, la ausencia de mano de obra es fruto de la migración de la mayoría de jóvenes y adultos que han decidido buscar mejores oportunidades laborales en Estados Unidos y en menor escala Costa Rica, donde presumen, van a alcanzar un salario más que el que reciben por una jornada agrícola en sus comunidades.
“Con los jóvenes y adultos que he hablado en sus comunidades me han planteado que no les prestan importancia a los riesgos que hay a lo largo de la travesía de Nicaragua a Estados Unidos, porque su prioridad es llegar y dotar de recursos económicos a la familia y así alcancen mejores condiciones de vida”, comenta Trujillo Romero.
Así mismo destaca que como dueño de una finca en la comunidad de Jicotepe, jurisdicción de Comalapa, tiene serias dificultades para levantar la cosecha de granos básicos (maíz, frijol y sorgo), debido a que no hay mano de obra disponible y los pocos obreros que aún quedan, ya tienen compromisos.
Trujillo Romero, vaticina, que para el próximo ciclo agrícola 2023 las áreas de siembra y los niveles de producción pueden disminuir por esa razón, sin embargo, no se aventuró a decir en qué porcentaje bajarán. “Vamos a esperar que inicie la siembra y ahí nos daremos cuenta la cantidad de jornaleros que han migrado”, comenta.
En busca de mejores salarios
Uno de los factores que está empujando a la mano de obra activa del sector rural a emigrar, son los bajos salarios. Explica que un jornalero devenga un sueldo al mes entre cuatro mil quinientos y cinco mil córdobas, incluida la comida.
“Esos (cinco mil córdobas) suman un poco más de 100 dólares y ellos se van atraídos por mejores salarios, porque en un día se ganan lo que aquí reciben en un mes”, analiza el dirigente. También cree que cada día aumentará la escasez de obreros en el campo.
El expresidente de la Asociación de Ganaderos de Chontales (Asogacho), ingeniero Pavel Molina Cruz, coincide con el presidente de la Cooperativa Cristo Rey, en el tema de escasez de mano de obra en las comunidades rurales de este departamento y en el hecho de que los obreros disponibles, están solicitando una paga muy elevada.
“La migración es un fenómeno que jamás se esperó y ha salido cantidades de personas, e incluso gente del campo, la juventud rural se nos fue. Por ejemplo, del (Puerto de Montaña) Betulia que le pertenece a La Libertad, que es donde tengo mi finca, es increíble la cantidad de jóvenes que se nos ha ido para los Estados Unidos”, afirma Molina Cruz.
Trabajador agrícola no es muy bien tratado
Reconoce el ex presidente de Asogacho, que los salarios en el campo son bajos, además, son pocos los incorporados a la seguridad social y justifica, que esa situación se debe a los malos precios que a los productores les cancelan el galón de leche o el kilo de ganado en canal caliente en los mataderos.
Sin embargo, el galón de leche se está pagando en las comunidades rurales entre 80 y 85 córdobas, mientras el kilo de ganado en canal caliente supera en algunos mataderos los 110 córdobas, al igual que en las subastas donde un buen número de pecuarios, prefieren vender sus reses.
A pesar de la ausencia de mano de obra en el sector rural, los agricultores y ganaderos no se aventuran a ofrecer un salario por día que supere al menos los 200 córdobas con la alimentación y en ciertas comunidades retiradas de la cabecera departamental, la paga por el día no pasa los 150 córdobas.
You must be logged in to post a comment Login