El régimen de Daniel Ortega ha violado al menos tres capítulos del Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y República Dominicana con los Estados Unidos, conocido como DR-CAFTA, y «debe rendir cuentas» por ello, indica un reciente informe de Diálogo Interamericano.
El memorando señala violaciones a los Capítulos 12, 16 y 17, relacionados a la parte laboral, ambiental y de acceso al mercado para instituciones financieras.
Detalla que se violan los derechos laborales estipulados en el tratado en la medida en que los derechos sindicales y laborales en las zonas francas están subordinados al partido de gobierno Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que controla a los sindicatos en su totalidad.
Indica que, a febrero de 2023, habían 187 negocios en la zona franca y los trabajadores en muchos de ellos están bajo el control sandinista.
«La prevalencia de actividades policiales y represivas del Estado nicaragüense incluyen el descuido flagrante de las protecciones de los derechos laborales», reitera, haciendo énfasis en el artículo 16.2 del Capítulo 16.
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El régimen también viola el Capítulo 17 que establece que «las partes están obligadas a la protección ambiental». En este apartado, Diálogo Interamericano indica que en Nicaragua existe una legislación específica referida a la autonomía en el Caribe (Ley 28), y de la Propiedad Comunal, (Ley 162 y 445) que «no son utilizadas y están subordinadas al establecimiento político del régimen».
Además, «las violaciones de los derechos humanos de la población indígena han tenido lugar en áreas donde operan las minas que exportan oro a los Estados Unidos y que trabajan bajo la protección del gobierno de Nicaragua».
El memorando también señala que Nicaragua ha violado el artículo 12.4 del Capítulo 12 sobre el acceso al mercado para las instituciones financieras, a través de la promulgación de la Ley de Protección al Consumidor que fue»diseñada para proteger a aquellos que han sido sancionados» del círculo de Ortega.
A su vez, «el régimen también ha intensificado el escrutinio de transferencias de remesas a las familias exigiendo informes de los nombres de quien envía y recibe dinero para uso personal montos mayores a US$500, y para negocios, montos superiores a los US$ 5.000».
Y la Unidad de Análisis Financiero «se ha convertido en un centro de recopilación de inteligencia para filtrar a cualquier ciudadano sospechoso de ser una amenaza política. Ellos han sido responsables de bloquear y congelar las cuentas bancarias de disidentes nicaragüense y otros desnacionalizados» como un «chantaje político».
«Los Estados Unidos y los ciudadanos tienen acceso a la reparación en virtud del Cafta (…) La violación es significativa», declara el memorando.
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Recomendaciones para hacer cumplir CAFTA
Diálogo Interamericano llama a los Estados Unidos convocar a una reunión del Consejo de Asuntos Laborales y celebrar consultas laborales cooperativas. También llama a una reunión con el Consejo de Asuntos Ambientales e invitar a los ciudadanos líderes, según el Artículo 17.6, para tener una oportunidad de participación. Y recomienda que los miembros del Grupo de Trabajo presente un expediente que demuestre que Nicaragua está incumpliendo sus leyes ambientales.
La organización enfatiza que eliminar a Nicaragua del CAFTA, además de ser política y jurídicamente inviable, no corresponde proporcionalmente al carácter dictatorial del régimen, y más bien agregaría ingredientes “nacionalistas” y aumentaría la recaudación tributaria del régimen.
Por lo que «esas vías contribuyen a igualar el cumplimiento del acuerdo comercial con las políticas exteriores de EE.UU. contra las violaciones de derechos humanos y el régimen dictatorial. Y los hacedores de política exterior de EE.UU. cumplirán con Ley RENACER que pide una revisión del tratado de libre comercio con Nicaragua. El artículo 3 de la Ley RENACER faculta a la Administración Biden para que tome medidas con respecto a la participación de Nicaragua en DR-CAFTA«.
Diálogo Interamericano recuerda que, a pesar de la «retórica antiestadounidense» de la dictadura nicaragüense, la dependencia comercial de Nicaragua en los Estados Unidos ha aumentado desde el acuerdo CAFTA entró en vigor.
Tanto sus exportaciones como sus importaciones en volumen y la participación en el comercio total aumentó del 35 % al 47 %.
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