Santo Domingo de Guzmán, patrono de los capitalinos, salió a las 6:00 de la mañana de este martes 1 de agosto de la iglesia Las Sierritas, rumbo a Managua donde pasará los próximos 10 días.
A diferencia de la prohibición que la dictadura impuso a las fiestas patronales en otras partes del país, la celebración de Santo Domingo es la primera que autoriza e incluso dispuso a sus agentes policiales para que resguardaran la imagen.
Santo Domingo viene acompañado de miles de promesantes, quienes demuestran su devoción vistiendo trajes folklóricos, pintando su cuerpo completamente con aceite negro o bien caminando con una pequeña imagen del santo.
Cabe mencionar que este lunes 31 de julio, el cardenal Leopoldo Brenes, recibió la visita de la alcaldesa sandinista, Reyna Rueda; y al vicealcalde Enrique Armas, durante la bajada de la imagen de su nicho en la iglesia de Las Sierritas de Managua.
Los medios oficialistas no dieron mayores detalles de las palabras entre el líder católico y los delegados del régimen.
Una foto tomada por uno de los fotógrafos de Daniel Ortega ha causado gran indignacón y es una donde aparece Reyna Rueda besando la imagen de Santo Domingo, pese a ella representar a quienes persiguen a la Iglesia católica y a sus pastores.
El padre Boanerges Carballo, párroco de la iglesia de Las Sierritas, el pasado 23 de julio agradeció a la Alcaldía de Managua por los acuerdos para llevar a cabo las celebraciones.
«Nuestras festividades patronales serán posibles gracias a la capacidad de conversar, de orar y trabajar juntos, por ello con alegría nos preparamos para que la imagen de Santo Domingo visite la capital y se encuentre con sus devotos», expresó Carballo.
Agresiones a la iglesia
Cabe mencionar que solo en Semana Santa de este 2023 la dictadura de Ortega prohibió más de 3,000 procesiones, según el informe “Nicaragua, Una Iglesia Perseguida” de la investigadora nicaragüense Martha Patricia Molina.
El informe que recopila agresiones hacia la iglesia católica desde el año 2018 hasta marzo de 2023, detalló que la dictadura de Daniel Ortega ha desterrado a ocho sacerdotes, ha forzado al exilio a 16, expulsó a tres y ha negado la entrada al país a 10.
Ortega además mantiene encarcelado desde hace un año al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien en febrero pasado condenó a 26 años de cárcel, tras ser acusado de traición a la patria.
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