Cuando hablamos del paso del huracán ETA por el caribe norte de Nicaragua pensamos en la destrucción de las viviendas, la contaminación de los pozos, la falta de alimentos, y en general en las millonarias pérdidas económicas. Sin embargo, las consecuencias del huracán van más allá si se toma en cuenta que esa es una de las zonas de vida silvestre más importantes del país.
La ecóloga Salvadora Morales se muestra muy preocupada y afirma que los fuertes vientos y las inundaciones provocaron un efecto directo en la vida de las especies. Al respecto citó como ejemplo el caso de la comunidad Wawa Bar donde el mar subió unos nueve metros. «Esta es una zona donde habitan jaguares y otras especies de mamíferos, no solo aves», subrayó al ser consultada sobre el tema por NICARAGUA INVESTIGA.
Morales expresó que el huracán causó una degradación de los hábitat y que pronto se verán sus efectos. «Probablemente las especies van a empezar a sufrir de falta de alimentación a excepción del zopilote que más bien lo estamos esperando para que llegue a hacer su labor ecológica de limpieza”, explicó.
“Hay una zona que es muy cercana a Wawa Bar que son los pastos naturales y probablemente van a tener incidencia en la salinidad bastante fuerte, que es la misma (problemática) que están sufriendo las comunidades con la contaminación de sus aguas subterráneas”, agregó.
En el caso de la vida marina, esta tampoco estuvo exenta de daños, y la ecóloga da como ejemplo los casos de delfines, peces y caballitos de mar que aparecieron muertos en la costa.
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Hay que estudiar efectos y luego planificar
La experta considera que el daño ecológico de ETA es muy diferente al provocado por el huracán Otto en el 2016 cuando impacto en la reserva Indio-Maíz, en el sureste de Nicaragua.
“Por donde pasó el huracán ETA son zonas naturalmente de pastos, le llaman llanos los comunitarios, y sobre una zona que ya ha sido devastada de algún modo por los colonos y eso hizo que el huracán no se detuviera, que la tormenta siguiera, obviamente bajó su intensidad, se fue degradando, sin embargo, si hubiese habido un bosque con el de Indio.Maíz, el huracán hubiera perdido con muchísima más fuerza”, expresó.
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Morales recomienda hacer un estudio sobre el impacto ambiental de ETA y en base a ello tomar las medidas adecuadas de mitigación. En este sentido, alertó que la regeneración natural de las zonas afectadas es algo muy difícil, ya que la tendencia siempre ha sido que una vez que pasa un huracán se saca lo que haya que extraer y luego se introduce la ganadería.
“Es hora de realmente hacer una planificación donde se involucren los distintos saberes y conocimientos para que se pueda proyectar un futuro mejor. Es decir, una buena planificación tanto al nivel urbano comunitario como de las zonas naturales», subrayó.
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