Cadetes de moto taxi del municipio de San Juan de Oriente en Masaya están siendo afectados por el alza del combustible y la ausencia de turistas.
“Yo tengo más de tres meses que no he podido comprar el seguro de esta moto, por el alto cobro que tiene la financiera y las alcaldías (…) también me tiene asfixiado el combustible”, denunció Giovanni Cerda, transportista.
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“Para mi esto ya no es rentable, esto me está ahogando, estoy a punto de perder mi mototaxi en el banco (…) me he visto bastante afectado por los excesos cobros de la alcaldía y el combustible”, enfatizó el conductor de moto taxi.
Según Cerda, los inspectores de transporte de la Alcaldía municipal, junto a la policía cobran excesivas multas y no les permiten operar libremente. “Es una persecución que se andan con todo el gremio de moto taxi”, añadió.
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Estos transportistas denuncian que las multas que reciben los caponeros no son realizadas en facturas membretadas, sino hechas en un papel sin distintivos y escrito a mano. “Pagué ayer con sacrificio C$2,850 en la alcaldía, y eso que C$850 les quedé debiendo. Me dijeron que me iban a dar de baja el permiso por deberles esa cantidad”, detalló Cerda.
“Ellos (alcaldía) están al pie de la letra cobrando, no justifican ni ofrecen prórroga. Se paga el impuesto de cada mes”, detalló Oliver López, concejal opositor y ex preso político de San Juan de Oriente.
Artesanía en declive
López califica como insostenible la situación económica que atraviesa el sector, debido a la significativa reducción del turismo en San Juan de Oriente luego de la crisis sociopolítica de 2018 y la pandemia del covid-19. “En años atrás, podíamos ver como fluía el turismo acá en el municipio, pero actualmente es un desierto total” dijo López.
Por la falta de turistas los artesanos son los más afectados. Ellos conforman casi el 80% de los habitantes de San Juan de Oriente. Las autoridades municipales aún no buscan soluciones a esta problemática. “Turismo no hay, la gente está innovando, haciendo cosas, dedicándose al siembro, saliendo a vender”, dijo López.
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En medio de las dificultades económicas y políticas, los habitantes de este municipio apuestan por otras alternativas de trabajo, como la siembra y la cría de animales, para poder subsistir. “La población está apostando a sembrar, plátano, frijoles, pipián, etc. Gracias a Dios, se puede aprovechar aquí la tierra”, explicó López.
La artesana Judith Meléndez relata que la venta de este producto ha caído desde 2018, y ahora con la pandemia, han tenido que bajar los precios. “Nosotros dependemos de los turistas nacionales y extranjeros, por eso las ventas se tornaron muy bajas” dijo.
Según el concejal López la persecución que se vive en esa zona del país desde la crisis de 2018 ha afectado seriamente las oportunidades de empleo de muchas personas y ha limitado la actividad económica. “Nos han cercenado nuestros derechos, tanto políticos como ciudadanos. Entonces, nos sentimos en un marco muy estrecho que no nos podemos desarrollar de ninguna manera”, concluyó el funcionario municipal.
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