En septiembre del 2021 durante un acto público el jefe de la Policía Nacional, primer comisionado Francisco Díaz, aseguró que Nicaragua era el país más seguro de Centroamérica. Es algo que ha sostenido a lo largo de los años y que ha sido refrendado por el jefe del Ejército, general Julio César Avilés, al afirmar que las familias gozan de excelentes niveles de seguridad y que las autoridades no permiten que expresiones del crimen organizado operen en el territorio, gracias a la existencia de una bien articulada estrategia de estado llamada Muro de Contención.
El oficialismo defiende su argumento en que la tasa de homicidios en el 2021 era de 8 por cada 100 mil habitantes, según datos de la Policía. Es una tasa más baja que la que registran países como Costa Rica (11), Panamá (12), El Salvador (18), Guatemala (27) y Honduras (38).
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Analistas consultados son bien precavidos en cuanto a los números que da la policía y no creen que Nicaragua goce de los altos niveles de seguridad del que hablan las autoridades.
“No nos podemos fiar de los datos que dan, más cuando se trata de la policía, con una credibilidad cuestionable. El muro de contención del narcotráfico y el cuento de que somos el país más seguro de Centroamérica o de Latinoamérica solo está en sus cabezas, debe verse como parte de la propaganda de ellos. Hablar de seguridad es algo más complejo, tiene que ver con la percepción, por cómo se siente la población, si se siente protegida realmente, también tiene que ver con los robos, asaltos, con las denuncias ciudadanas, porque hay algo, la gente no denuncia porque dice: ¿para qué, si no van a hacer nada?”, explica un analista que accedió a dar su opinión bajo condición de anonimato.
Este enfatiza en que es cierto que “no tenemos el problema de las maras como en el Triangulo Norte”, pero subraya que “nuestro problema de inseguridad es de otra naturaleza” y que se viene “deteriorando año tras año”.
“Eso lo podés ver en los múltiples asaltos a mano armada, los asesinatos en el campo y hasta casos de sicariato, que todo te dice que están relacionados al crimen organizado. El mismo asedio policial, la instrumentalización de la Policía con fines ajenos a su naturaleza es un elemento a analizar”, expresa.
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Lo que dice el Índice de Paz Global
En el Índice de Paz Global 2021 (Global Peace Index), que publica el Institute for Economics and Peace, Nicaragua no estaba con buenos números, al ocupar el lugar 130, aunque eso sí, algo mejor que el 135 registrado en el índice del 2020.
El Índice de Paz Global refleja el nivel de paz y violencia de un país en el año anterior a la publicación. En este sentido, otros países de la región estaban muchísimo mejor ubicados en el ranking del 2021: Costa Rica ocupaba el lugar 39, Panamá el 64, El Salvador el 110, Guatemala el 111 y Honduras el 124.
El gran salto hacia atrás
De acuerdo a los ranking del Institute for Economics and Peace, Nicaragua no está entre los mejores de la región desde hace años. Por ejemplo, en el 2015 ocupaba el lugar 78, por debajo de Panamá (57) y Costa Rica (52). Países como Uruguay (29), Chile (30) y Argentina (43) también estaban mejor ubicados que Nicaragua.
Pero sin lugar a dudas el gran salto hacia atrás ocurrió en el año 2018. El Índice de Paz Global 2019 ubicó a Nicaragua en el lugar 120, habiendo desmejorado 54 puestos en relación al informe anterior.
«Mientras que los conflictos que han dominado en los últimos diez años, como los de Irak y Siria, han comenzado a disminuir, otros se han recrudecido en el Yemen, Turquía y Nicaragua», apuntaba en el 2019 Steve Killelea, presidente del Institute for Economics and Peace en declaraciones a EFE.
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La socióloga y experta en temas de seguridad Elvira Cuadra, destaca que las últimas encuestas realizadas antes de las votaciones del 7 de noviembre del 2021, colocaban “el tema de la seguridad en cuarta posición dentro de los principales problemas del país”.
“Desde 2018 la principal amenaza a la seguridad de la gente proviene del temor causado por la política de represión que el gobierno ha impuesto sobre Nicaragua”, señala.
“Nicaragua no tiene mejores índices de seguridad que los demás países de la región; es cierto que las formas de la delincuencia y la criminalidad común son diferentes, pero los índices de inseguridad son altos porque el Estado es el principal actor y factor de inseguridad para la población”, explica.
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