Martha Candelaria Rivas Hernández, la mujer que apareció en los medios de comunicación oficialistas declarando haber sido agredida accidentalmente por el padre Manuel Salvador García Rodríguez, está siendo acusada por la Fiscalía de supuesto “falso testimonio”.
¿Cuántos años de prisión podría enfrentar ella de ser encontrada culpable? Yader Morazán, exfuncionario del Poder Judicial, explicó que de acuerdo al artículo 475 del Código Penal de Nicaragua, la mujer puede ser condenada a entre tres y cinco años, según las condiciones en que realizó el caso y antecedentes personales.
Rivas Hernández fue enviada a prisión preventiva por la jueza María José Zapata Morales, titular del Juzgado Segundo Local en Granada. Según el Acta de Audiencia Preliminar, realizada el 22 de junio pasado, la mujer es acusada por “el supuesto delito de falso testimonio en perjuicio de la administración de justicia del Estado de Nicaragua”.
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“Quien al rendir testimonio o declaración en causa judicial o administrativa, oculte o deforme hechos verdaderos o simule o afirme hechos falsos, total o parcialmente, será penado con prisión de tres a cinco años”, dice el artículo 475 del Código Penal.
El segundo párrafo contempla que si el falso testimonio se da contra el acusado en causa penal, la pena de prisión será de cinco a siete años. Si a consecuencia del falso testimonio hubiera recaído sentencia condenatoria, se impondrá la pena de seis a ocho años de prisión.
El artículo también recoge que las penas precedentes se aumentarán en un tercio en sus límites mínimos y máximos, cuando la falsedad sea cometida mediante soborno.
La víctima es el Estado de Nicaragua
La víctima en este caso es la “administración de justicia del Estado de Nicaragua”, y no el padre Manuel García, quien ha sido condenado a dos años de cárcel. El párroco actualmente se encuentra en prisión, bajo los cargos de violencia física y psicológica.
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Rivas Hernández declaró ante medios oficialistas que había sido agredida mientras el sacerdote y ella se encontraban en estado de ebriedad el pasado 30 de mayo, cuando intentó invadir la privacidad del sacerdote al revisar su celular.
El 18 de junio, en el acta de audiencia especial de anticipo de pruebas, la mujer desmintió que el padre la haya agredido intencionalmente.
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