Martha Candelaria Rivas Hernández, una mujer que estuvo involucrada en un caso de violencia por el sacerdote Manuel García, de la ciudad de Nandaime, enfrentará cargos de falso testimonio tras declarar que el cura la «golpeó de manera accidental».
Con anterioridad, Rivas Hernández había declarado ante medios oficialistas que había sido agredida mientras el sacerdote, y ella, se encontraba en estado de ebriedad el pasado 30 de mayo. El 18 de junio, en el acta de audiencia especial de anticipo de pruebas, desmintió que García la haya agredido intencionalmente
El Acta de Preliminar, según medios independientes, dictamina que Rivas es acusada por el «supuesto delito de falso testimonio en perjuicio de la administración de la justicia del Estado de Nicaragua», por lo que la Juez María José Zapata Morales la envió a prisión preventiva.
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El Ministerio Público ya había introducido un escrito en el Juzgado del Distrito Penal de Adolescentes y Especializado en Violencia de Granada, donde solicitó «un levantamiento de acta por delito en una audiencia», luego que Martha Candelaria Rivas dijera que fue golpeada «por accidente» por el sacerdote nandaimeño.
El párroco actualmente se encuentra en prisión, bajo los cargos de violencia física y psicológica.
La Fiscal Christian Katiela Huete Zeledón, al finalizar la audiencia, presentó un escrito ante la Juez María Monterrey, donde alegó que en la audiencia de adelanto de pruebas se cometieron delitos.
Rivas Hernández, según el acta, dijo no poseer los recursos necesarios para contratar a un defensor privado, por lo cual la Fiscalía asignó a la abogada Marta Mercado al caso. Durante la audiencia, la fiscalía fue representada por la doctora Annye Soogey Rodríguez.
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