Ante las cámaras de pobladores de Managua las fuertes corrientes arrebataban la vida de la primera víctima de la temporada lluviosa. A pesar de la tragedia, las inundaciones y la situación de vulnerabilidad de muchas familias capitalinas, el gran ausente es el operador del régimen en la comuna: Fidel Moreno.
El hombre detrás de los alcaldes y consentido de la dictadora Rosario Murillo, que después de cada lluvia suele aparecer ante las cámaras de los medios oficialistas vistiendo su capote y sus botas de hule para recorrer Managua, ni siquiera ha sido mencionado en las llamadas telefónicas diarias de la esposa de Daniel Ortega.
Para algunos opositores la situación no les sorprende. El exconcejal Luciano García asegura que Moreno «nunca va a salir cuando pasan las desgracias porque la mentira de ellos (sobre las mejoras en Managua) ahí queda evidenciada».
«Es decir, esa muerte en Las Jagüitas es producto de la ineficiencia de la alcaldía en mejorar la infraestructura vial de Managua, al igual que muchos cauces en Nicaragua a los que no se les da solución, y por eso no aparece», explicó el opositor.
Estrategia para conseguir rédito político
«Esa es una estrategia típica de los sinvergüenzas de ocultar la cara y solo promover lo «bueno» que hacen, lo que demuestra lo irresponsables que son», añadió.
Para García, Fidel Moreno será el «primero en aparecer» ante las cámaras solo «que lo pongan a repartir casas, inaugurar calles, entregar frazadas», pero el aislamiento mundial del régimen nicaragüense y la reducción del financiamiento no le ha permitido a la comuna capitalina hacer propaganda política con estas obras.
«Ellos mejoran la Managua que le interesa y le llena los bolsillos a ellos. No tienen tanto dinero para que ande de pachín pachín haciendo inauguraciones», añadió.
Fidel Moreno, «oculto» en medio de encarcelamientos
Fidel Moreno, secretario de organización del FLSN y frío ejecutor de funestas órdenes de la dictadura, se ha mantenido con bajo perfil en los últimos meses, en medio de encarcelamientos y remociones de sandinistas cercanos a la familia Ortega-Murillo.
En febrero, fue hasta sorpresivo verlo en un medio oficialista conversando sobre el legado del general Augusto C. Sandino. Pero, una vez que inició la temporada lluviosa a finales de mayo, ha «brillado por su ausencia».
Luciano García coincide en que «el régimen anda paranoico» y ha optado por aumentar la vigilancia sobre sus mismos funcionarios para «evitar que hablen». «Esa es la idea de Rosario Murillo», indicó, en un contexto en que varios «leales» han sido encarcelados y el general en retiro Omar Halleslevens ha sido enviado a casa por cárcel, según fuentes.
«Y ante cualquier duda, los tiene prisioneros en Nicaragua. Todo el entorno cercano al régimen está preso», reiteró.
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