El padre Uriel Vallejos relató el pasado domingo 21 de enero desde el púlpito de la parroquia San Isidro Labrador, en Coronado, Costa Rica, donde recientemente fue nombrado párroco residente, cómo fue su exilio el 12 agosto de 2022.
«llegó el momento que había que tomar decisiones porque la misión de los psicópatas era o cárcel o el exilio», relató Vallejos.
Había pasado una semana cuando el sacerdote se encontraba rodeado por antimotines en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima y logró escapar de los operadores de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«Pasé 74 horas en mi casa cural en Sébaco, Matagalpa, custodiado por quince patrullas y tres buses de antimotines», recordó. Luego, estuvo una semana en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima asediado todo el tiempo por dos patrullas.
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¿Cómo logró huir de la dictadura?
Vallejos cuenta que en un cambio de patrullas logró huir el 12 de agosto y se vino por la montaña sin nada.
Amaneció a las 6:15 en la frontera de Costa Rica.
En la frontera lo auxilió una de sus profesoras que, durante el asedio en Nicaragua, le insistía que saliera del país.
Afirmó que, en ese entonces, tenía una reunión en la Santa Sede, Roma, y ante las circunstancias dejó de publicar en sus redes sociales durante un mes.
Desde esa fecha se quedó en Europa y hace diez días aterrizó en Costa Rica, donde afirma hay 19 sacerdotes nicaragüenses exiliados y sirviendo en diferentes diócesis de ese país.
«(Matagalpa) es la diócesis más golpeada. Somos 27 sacerdotes de Matagalpa», lamentó.
Las publicación en sus redes sociales
El padre declaró que el régimen Ortega-Murillo le tienen miedo a sus publicaciones en X (antes Twitter).
Vallejos no titubea en sus redes sociales para señalar los vejámenes que comete la dictadura contra la Iglesia católica y exhortar a la oposición nicaragüense.
“¿Dónde están los que se sentaban con Ortega en la misma mesa a compartir lo más sagrado, la comida? ¿Dónde están aquellos que se enriquecieron bajo el amparo de la dictadura? ¿Dónde están aquellos que gritaban?: ¡Democracia si, dictadura no! Ya no hay más engaño para el pueblo”, escribió en X el 2 de enero de 2024.
Pagando un alto precio por decisión de «líderes mediocres»
«Me gusta servir a mi pueblo y el pecado nuestro es porque hemos estado con el pueblo, que abrimos nuestros templos, nos metimos en medio de las balas, en mi parroquia ciudad de Sébaco, Matagalpa, para arrastrar los muertos, los heridos, y el templo se ocupó como hospital para atenderlos», sostuvo.
«Hoy estamos pagando un alto precio, tres obispos en el exilio, 97 sacerdotes en el exilio», añadió el religioso.
Resaltó que «su corazón está limpio» porque solo ha señalado las injusticias sociales.
«El pueblo necesita respeto, al pueblo se le ama, se le sirve, se le ayuda, el pueblo santo de Dios, a salir de la pobreza, no que viva subyugado por unos líderes mediocres», declaró.
El padre Uriel Vallejos agradeció a la comunidad católica y pidió que lo «cuidaran» porque posiblemente haya «algún sapo, infiltrado» escuchando su prédica en la iglesia.