A dos días de las votaciones en Nicaragua, grupos de exiliados empezaron a realizar plantones protestando contra lo que consideran será una farsa para consolidar a Daniel Ortega y a Rosario Murillo por cinco años más en el poder.
Este viernes, por ejemplo, la comunidad nicaragüense, ciudadanos europeos y los dirigentes de la Articulación de Movimientos Sociales realizaron una protesta en Londres, Reino Unido.
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En dicha protesta denunciaron «las violaciones de derechos humanos, la ausencia de democracia y la existencia de presas y presos políticos que sufren pésimas condiciones carcelarias».
Para el domingo, día de las votaciones, están programadas marchas en Estados Unidos y otros países en rechazo al cuestionado proceso.
Más de 4.4 millones de nicaragüenses están llamados a las urnas por el Consejo Supremo Electoral (CSE), una institución contralada por el líder sandinista, quien en los últimos meses encarceló a los aspirantes presidenciales de la oposición y canceló la personería jurídica a los partidos políticos que les habían abierto las puertas para poder correr en los comicios.
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Tanto la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y Estados Unidos han expresado su rechazo a las votaciones y aseguran que se trata de un proceso ilegítimo.
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