La Federación Coordinadora Nicaragüense, mejor conocida como Codeni, es una de las organizaciones no gubernamentales a las cuales se les despojó de su personería jurídica, junto con la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y la Fundación COEN.
Codeni tal como su nombre lo expresa, se dedicaba a promover y educar sobre los derechos de las niñas, niños y adolescentes en Nicaragua, y también proteger los derechos de las mujeres junto más de 30 asociaciones que la integraban.
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Según Mario Chamorro, fundador y ex miembro de la directiva de Codeni que se encuentra en el exilio, por medio de la organización, más de 320,000 niños eran beneficiados a nivel nacional, y entre su mayoría se encuentran personas de escasos recursos, niños niñas y adolescentes qué sufren violencia de cualquier tipo y que se encuentran en estado de indefensión.
Asimismo Codeni también contaba con alrededor de 1400 colaboradores que quedarán en el desempleo producto del cierre de la organización.
Gobierno quiere acallar voces
Según Chamorro, la intención principal del gobierno con estas acciones en contra de las organizaciones no gubernamentales es a callar las voces de cualquier persona, espacio u organización que pretenda fomentar el conocimiento de los derechos de las personas en Nicaragua.
En años anteriores Codeni ha colaborado en la elaboración de leyes que permiten mayor respeto, cómo la ley integral contra la violencia hacia la mujer, el código de la niñez y la adolescencia, y otras políticas públicas. Este año la federación cumplía 30 de estar activa en su labor.
«Para el gobierno de Nicaragua toda la organización que trabaja derechos humanos amenazantes. En ese sentido, nos han pasado la cuenta como lo han hecho con otras organizaciones civiles», destaca.
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En el informe en el que se solicitó la cancelación de la personería de estas organizaciones este miércoles, el Ministerio de Gobernación señaló que no han cumplido con su labor en brindar informes detallados sobre sus fondos, incumplir la ley que regula a estos organismos, y no inscribirse como agentes extranjeros. Chamorro afirma que, al igual que con muchas otras ONGs, el gobierno miente.
«Se han hecho esfuerzos ingentes para lograr cumplir, aún en las condiciones tan difíciles con las que se trabaja en Nicaragua: El presentar los estados financieros, la lista de los organismos que cooperan, presentar los recursos provenientes de agencias, los libros de actas, la junta directiva y toda la información institucional que requiera el Ministerio de Gobernación. Yo creo que el principal fundamento que no se dice públicamente es que este gobierno le teme a las organizaciones que trabajan con derechos humanos», señala.
Se buscarán espacios para continuar
Aún con la cancelación de su personería jurídica, Chamorro afirma que las asociaciones que están alineadas con la Codeni encontrarán estrategias para seguir promoviendo los derechos humanos principalmente en las comunidades de los diferentes departamentos de Nicaragua.
Y destaca que todo el bagaje qué significan estas tres décadas de trabajo no va a desaparecer de la noche a la mañana, sino que al igual que otras organizaciones no gubernamentales en Nicaragua que les han cancelado su personería jurídica y continúan ejerciendo su labor, ellos lo harán.
«Tendrá que verse la forma, pero creo que sentarnos y cruzarnos de brazos no va a ser posible, porque la demanda de la situación de la niñez nos hace actuar», señala.
Para Mario Chamorro los derechos de la niñez y la adolescencia, y la defensa hacia la mujer en Nicaragua es un tema tabú a pesar de los diferentes esfuerzos que se han realizado a través de los años, lo que significa que si las más de 30 organizaciones asociadas a Codeni y ellos suspenden sus labores por imposiciones del gobierno, todo habrá sido para nada y el avance que se ha conseguido desaparecerá.
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