Alba Luz Ramos Vanegas tiene una larga carrera en el Poder Judicial, y no ha estado exenta de señalamientos y de ser parte del entramado de escándalos de corrupción y nepotismo.
Adán Ramos Moncada y Margarita Vanegas de Ramos vieron nacer a su hija Alba Luz el 3 de junio de 1949 en la ciudad de León. Cursó sus estudios de primaria y secundaria en el colegio Pureza de María, de esa ciudad.
Tiene actualmente 74 años. Es viuda de Leónidas Arellano Hartin, madre de una hija y abuela de dos nietos.
De ser una ficha de Daniel Ortega, como presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en los últimos años han surgido versiones de que su lugar en el círculo de leales del dictador no es seguro. Varios de los colaboradores de Ramos han sido purgados y se maneja que su salida de la Corte es algo inminente.
A continuación de contamos algunas cosas poco conocidas de la polémica magistrada.
1- “Natalia”
Como la mayoría de los funcionarios del régimen dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo, Alba Luz Ramos fue parte del Frente Sandinista en su lucha contra la dictadura somocista. En una de las pocas entrevistas que ha brindado, reveló a la revista Nicaragua Hoy, su pasado como militante sandinista y el exilio que vivió tras la persecución de la Guardia Nacional.
“Yo me fui cuando me iban a juzgar en el Consejo de Guerra. Fue cuando lo de la casa de Chema Castillo, que cayó un montón de gente. Los investigados éramos más de cien personas”, relató a la revista.
Ramos Vanegas contó que no participó en ese histórico evento político, pero aclaró que sí fue colaboradora del Frente Sandinista en el departamento de León, y que en ese entonces era apodada “Natalia”.
“Yo estudiaba en León y todo mundo sabía que yo era del FER (Frente Estudiantil Revolucionario), del Frente (FSLN); yo era colaboradora. En el jeep de mi casa yo trasladaba gente, todo lo que me ponían a trasladar. Y todos los ‘orejas’ de León me conocían. Me ponían vigilancia”, contó la ahora presidente de la CSJ.
Con la persecución a cuestas de parte de la dictadura somocista y tras ver el sufrimiento de sus padres, abandonó Nicaragua ya siendo abogada. Se fue a Europa y luego a Estados Unidos, donde vivía su hermana. Regresó en 1979 tras el triunfo revolucionario y para 1981 ya ejercía labores de funcionaria pública y de ahí inició su ascenso.
2- Estudios superiores
Se graduó como abogada con medalla de oro y diploma de honor en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León) en 1973. Ese mismo año se incorporó como profesional del derecho a la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Para 1974 se encontraba en Suiza donde estudió francés en Lausana, una ciudad en la región de habla francesa de Vaud. Además cursó una especialización en Estudios de Desarrollo del Tercer Mundo en Ginebra, en 1975.
Posteriormente, entre 1977 y 1978, estudió inglés en Londres, capital de Inglaterra y en el Estado de Texas, Estados Unidos. En la siguiente década realizó otros cursos sobre propiedad industrial y patentes en Río de Janeiro, Brasil (1982); y Ciencias Penales en Madrid, España (1988).
Según un perfil elaborado por el diario La Prensa en 2017, de sus labores en el aparato estatal de Nicaragua, se conoce que fue directora nacional de registros (1981), procuradora penal de la República (1983), viceministra de Justicia (1984), magistrada de la Corte Suprema de Justicia (1988), vicepresidenta de ese organismo (1996-1999) y presidenta del mismo (2002-2003 y desde el 2010 hasta la actualidad).
3- Primera mujer presidenta de la CSJ
Alba Luz Ramos tiene 49 años de ejercicio profesional como Doctora en Derecho, título que entregaba la UNAN-León en tiempos en que ella se graduó. De estos, 35 los ha ejercido como magistrada de la Corte Suprema de Justicia.
En 2002, siendo presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños Geyer, Ramos fue elegida como presidenta de la CSJ, convirtiéndose en la primera mujer en ostentar ese cargo, pero debió entregarlo el siguiente año (2003).
Con la llegada al poder de Daniel Ortega en el 2007, Alba Luz siguió fungiendo como magistrada de la Corte y tras conocerse que era una de las fichas del actual dictador, tres años después volvió a la presidencia de ese poder del Estado, es decir, lleva 14 años al frente de la Corte.
4- Amiga de críticas de Ortega
La presidenta de la CSJ es amiga de la exrea política y desterrada Violeta Granera. “Logramos tejer una amistad que sobrepasa cualquier ideología. Yo le tengo mucho cariño y yo sé que ella siente cariño por mí”, dijo la opositora en 2017, al diario La Prensa.
Su círculo de amistad también incluye a la representante del cancelado Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, Sandra Ramos. “Yo la quiero y la aprecio por lo que ella representa en este país. Una mujer que ha luchado toda su vida. Una mujer a la que yo no le conozco que haya agredido a otras mujeres”, declaró al mismo diario, una de las más reconocidas defensoras de los derechos de las mujeres y crítica del régimen Ortega-Murillo.
La exdiputada del Parlacen y periodista Xanthis Suárez contó a La Prensa que a comienzos de los años noventa surgieron lazos de amistad con la magistrada, mientras participaban en foros de la Coalición Nacional de Mujeres. “Estábamos Cristiana Chamorro, Violeta Granera, Alba Luz Ramos, Rosa Marina Zelaya, yo, y nos fuimos asociando”, recordó Suárez.
5- Admirada, y cuestionada
Violeta Granera, Sandra Ramos y Xanthis Suárez se han expresado en muy buenos términos de Alba Ramos, incluso en momentos cruciales de serios señalamientos de corrupción en el Poder Judicial.
Muchos de sus conocidos refieren que la presidenta de la CSJ es una persona amable, que sabe escuchar y empatizar con las personas; destacan su inteligencia y su capacidad profesional, pero hay otro grupo de críticos y expertos en temas constitucionales que reprueban su gestión.
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“A la doctora Ramos le tocó gestionar la Corte Suprema en un período político muy convulso, muy complejo, y lamentablemente, junto a la mayoría, la totalidad de magistrados, se ha plegado a la descomposición de toda la institucionalidad del país y particularmente la del poder judicial, que es la más grande, yo diría, por encima de la del poder electoral”, expuso el doctor en derecho constitucional, Gabriel Álvarez en 2017, cuando fue consultado por La Prensa.
6- Reacia a las entrevistas
Como pasa con todos los funcionarios de la administración de Daniel Ortega, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia casi nunca da entrevistas, incluso pocas veces comparece en público, le huye a los medios de comunicación y en la oficina de ese poder del Estado existe mucho burocratismo para finalmente dar un «no» como respuesta.
En 2017, cuando Roberto Larios, entonces vocero de la CSJ, fue consultado por La Prensa para solicitar una entrevista con Alba Luz Ramos, su respuesta fue negativa. Alegó que “la doctora es bien cuidadosa con su vida personal y nunca aborda estos aspectos en una entrevista con un medio de comunicación”.
7- Promotora de la Ley 779
El 26 de enero se aprobó la Ley integral contra la violencia hacia la mujer (779), una de las leyes más trascendentales en la que se defienden los derechos de las féminas, ese mismo año, exactamente en junio, entró en vigencia; su principal promotora y coautora fue Alba Luz Ramos.
En su momento, distintos sectores de la sociedad civil celebraron la aprobación de la Ley y consideraron que salvaba vidas, como lo refirió en su momento Sandra Ramos, del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, quien también impulsó el proyecto.
Para mediados de 2014 la ilusión de la Ley 779 se desmoronó, el régimen de Ortega aprobó dos decretos presidenciales y un reglamento que eliminó el espíritu de protección que tenía hacia las mujeres, sin que hasta ahora la Corte Suprema de Justicia se haya referido al respecto, pese a que es un asunto de su competencia.
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8- Corrupción en el Poder Judicial
Hay muchos casos en los que la presidenta de la Corte Suprema de Justicia ha quedado a deber explicaciones al pueblo nicaragüense y se ha visto involucrada en sonados casos de corrupción, particularmente después de 2018, pero desde antes se le cuestionaba, por ejemplo, la sentencia dictada por ese máximo tribunal que le permitió la reelección a Daniel Ortega.
Además hay una larga lista de casos que han quedado en la impunidad ante la negligencia de la justicia nicaragüense, entre ellos la masacre del Carrizo donde policías, militares y funcionarios electorales mataron a balazos a tres campesinos e hirieron a otros dos. Los culpables solo cumplieron penas mínimas y bajo condiciones especiales que les favorecieron. También está el caso de OcupaINSS, a pesar de la gran cantidad de pruebas y vídeos que señalaban a los culpables, no hubo detenidos y los bienes robados no aparecieron… y así una gran cantidad de casos más.
Los más recientes son el sinnúmero de arbitrariedades cometidas contra presos y presas políticas luego de las protestas de 2018. Estos fueron sometidos a juicios catalogados como espurios por defensores de derechos humanos. La Fiscalía a cargo de la sandinista Ana Julia Guido fabricó pruebas y acusaciones falsas, con las que jueces al servicios del régimen los condenaron violando la legislación nacional y todo derecho humano.
9- Nepotismo
Si de nepotismo se habla, uno de los primeros nombres en resonar es el de la presidenta de la Corte, Alba Luz Ramos. En el especial “Las siete familias del poder: el nepotismo en Nicaragua”, de Nicaragua Investiga y Connectas, se desenreda parte del tejido en el que están sujetos un buen número de sus familiares.
María Alejandra Ramos, hija de la presidenta de la CSJ, funge como su asistente. Su hermano Adán Ramos Vanegas es médico forense del Instituto de Medicina Legal (IML), tiene dos sobrinos que son jueces: Abelardo Alvir Ramos y Egberto Ramos Solís. Además tiene a dos sobrinas en el Poder Judicial, Alma Larios Ramos que es directora de la Oficina de Ejecución y Vigilancia de Sanciones Penales a los Adolescentes y Adda Vanegas Ramos, magistrada presidenta de la Sala Penal Especializada en Violencia del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM).
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Hasta el año 2019, según diversos reportes periodísticos, a Alba Luz Ramos se le contabilizaban 27 parientes ocupando cargos importantes en el Poder Judicial.
10- Su debacle
El fin de Alba Luz Ramos parece haber llegado, al menos como presidenta de la Corte Suprema de Justicia. La que parecía ser una protegida de Daniel Ortega, el pasado martes 24 de octubre fue desalojada entre ultrajes de su oficina en ese poder del Estado y enviada a su casa de habitación por el comisionado general Horacio Rocha, quien funge como asesor presidencial con rango de ministro en temas de seguridad nacional.
La “suspensión de facto de la doctora Alba Luz Ramos evidencia la toma del control, del Poder Judicial, por parte de Rosario Murillo”, expresó una fuente vinculada a la CSJ.
Reportes periodísticos han señalado que la presidenta de la Corte ha presentado su renuncia en varias ocasiones. Una de estas habría sido en enero de 2022, cuando se conoció que dejaría su cargo y pasaría a otra institución; sin embargo, nunca se hizo oficial, pues en todos sus intentos sus cartas han sido rechazadas por Daniel Ortega y en consecuencia tiene orden de restricción migratoria, al igual que otros funcionarios.
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