Han pasado apenas cuatro días de que funcionarios del régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo allanaron la cerrada Fundación María Cavalleri (FMC), ubicada en la comunidad Molino Norte, en Matagalpa, y desde ya se anuncia el nuevo Centro de Capacitación Técnica “Mujeres de El Cuá” en sus instalaciones.
La noticia fue hecha pública a través de los medios de propaganda del régimen, quienes expusieron que el centro de capacitación será coordinado de manera conjunta entre Tecnológico Nacional (INATEC) y el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Ambas instituciones estatales dispondrán de los terrenos de la Fundación María Cavalleri que comprende unas 25 manzanas, ahí pretenden instalar áreas didácticas de investigación, capacitación y desarrollo de tecnologías dirigidas a estudiantes y productores.
Régimen sediento de dinero
Las pretensiones del régimen no paran ahí, aseguran que habilitarán senderos para el desarrollo del agroturismo a modo de generar ingresos, tal como lo han hecho con las expropiaciones de instituciones como la Cruz Roja Nicaragüense.
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El nuevo Centro de Capacitación Técnica “Mujeres de El Cuá” en Matagalpa ofrecerá capacitaciones sobre:
- Guía de turistas
- Diseño de itinerarios en espacios naturales
- Hotelería Rural
- Gastronomía
- Agroindustria del café
- Administración financiera
Todos estos en simultáneo a trabajos de investigación que desarrollará el INTA en el mismo espacio confiscado a la FMC, pretendiendo sepultar con ello, más de 20 años de arduo trabajo de quienes formaron parte de la oenegé.
Origen de la Fundación María Cavalleri
La Fundación María Cavalleri nació por iniciativa de la fallecida enfermera obstetra italiana del mismo nombre, que llegó a Nicaragua en los años ochenta y aportó a la salud de las mujeres en el país. Dicha organización siguió su legado de amor por la naturaleza, creando un espacio de cuidados a la tierra, a las personas, a la cultura, la educación y las relaciones, indica la organización.
“El primero de junio del 2022, la Asamblea Nacional de Nicaragua canceló la personería jurídica de la Fundación María Cavalleri (FMC) bajo argumentos falsos”, expresó la fundación mediante un comunicado en el que informaron sobre el allanamiento.
Repudio ante expropiación
La apropiación de la propiedad de la Fundación María Cavalleri es repudiado por las mujeres que una vez fueron parte de dicha organización. A través de audios expusieron a Nicaragua Investiga, cómo le dieron vida durante 25 años “reforestando, cuidando, llenado de flores, de árboles, de la biodiversidad y un espacio también para el ser humano”, a un lugar que “estaba maltratado”.
“Ese lugar sagrado ha sido violentado por el Estado de Nicaragua que si quiere el Estado hacer cosas bonitas que las haga con sus recursos, con sus presupuestos, pero lo que no puede ser es que vaya robando lo que durante tantos años y con esfuerzo propio y un día tras otro se ha hecho con tantas manos, con tantas ganas y con tantas ilusiones. Nos parece genial que quisiera hacer cosas, pero que las haga con los propios recursos que tiene el Estado, no con los recursos de la sociedad civil”, expuso una de las consultadas.
Ahora estas mujeres que dieron su aporte para que la fundación fuera reconocida solo se quedan con los buenos recuerdos de los momentos que compartieron en el lugar, así como las experiencias aprendidas.
“Llevo a la Fundación con sus árboles, con sus flores, con su tierra dentro mío y eso nadie nunca me lo va a poder robar y se que a muchas personas les pasa igual, que la Fundación María Cavalleri ha regalado, ha compartido un montón de cosas buenas con tantísima gente y eso siempre quedará”, agregó otra de las integrantes de la ahora extinta organización.
“Es un atropello, un abuso de poder”
Zorayda, otra de las mujeres que trabajó arduamente en lo que fue la FMC, catalogó de “atropello” y “abuso de poder”, la confiscación de la propiedad.
“Solo el hecho de haber allanado, expropiado una propiedad privada, una propiedad que nos cuesta a las mujeres, a la organización mujeres de Matagalpa, a las mujeres que estábamos implicadas, todas las que hemos puesto un grano de arena y que han pasado muchos pensamientos y muchas manos para ver cumplido ese centro, ya es un atropello, un abuso de poder”, expresó a Nicaragua Investiga.
A Zorayda le estremece el hecho que el régimen de Ortega ponga a funcionar “un centro de capacitación para u otras cosas que ellos se les antoje”, pues ya existía en la Fundación uno con amplia experiencia de trabajo. Agrega que le parece “increíble” que el régimen Ortega-Murillo tenga que “quitar para poner”.
“No tenemos palabras porque ahí había un centro donde nosotros hemos puesto alma, vida y corazón y hemos trabajado con todo el cariño para que se hicieran programas, proyectos desde nosotras, de nuestra creatividad, desde nuestra experiencia”, concluyó.
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No rinden cuentas de lo confiscado
Casi de manera automática, luego de su allanamiento, el régimen Ortega-Murillo ya tiene listo hasta el itinerario de actividades a realizar en la propiedad de la FMC. Se espera que este próximo lunes 29 de mayo se realice la presentación oficial del Centro de Capacitación Técnica y posteriormente, hasta el 17 de julio, fecha en que se tiene prevista la “inauguración e inicio de clases, en saludo al 44/19”, se realizarán las remodelaciones de dichas instalaciones.
El inicio de talleres, congresos y cursos especializados está programado para el 26 de julio 2023. Con esto la Fundación María Cavalleri se convierte en una de las tantas propiedades confiscadas por el régimen de Ortega, que luego son convertidas en supuestos centros de capacitación, tal como pasó con las instalaciones del diario La Prensa, hoy “Centro Cultural y Politécnico José Coronel Urtecho ¡No volverá el Pasado!”.
Hasta la fecha la cantidad de organizaciones no gubernamentales canceladas por el régimen sobrepasa las 3 mil. Las propiedades, cuentas bancarias y otros bienes de estas han pasado a ser propiedad del Estado; sin embargo, no se rinde cuentas de lo confiscado, abriendo un amplio camino a la corrupción, similar a lo que ocurrió en los años ochenta cuando Daniel Ortega también se encontraba en el poder.
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