Contrario a todas las proyecciones internacionales, el gobierno de Nicaragua espera que el Producto Interno Bruto del país se expanda en 2,5% durante este año, gracias a la cooperación y los préstamos internacionales que ha recibido a causa de los huracanes Eta e Iota, y la pandemia de COVID-19, además de los esfuerzos locales para reactivar la economía.
En una entrevista a un medio oficial, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, explicó que el gobierno planea incrementar en un 25% el ya aprobado Presupuesto General de la República 2021, para fortalecer varios de sus programas emblemáticos, después de contratar más de 900 millones de dólares con organismos financieros.
“Creemos que el país debería ir encima del 2,5% de crecimiento y optimistamente iniciar la reconexión con la senda del crecimiento, que es del 3%, después de un año con pandemia, por lo menos un año post 2020 sería el inicio de una reactivación de la economía”, dijo el funcionario.
En cuanto a las elecciones presidenciales, el ministro aseguró que Nicaragua es uno de los países que registró menos pérdidas económicas durante la pandemia del COVID-19, a la vez que señaló que el gobierno del presidente Daniel Ortega ofrece “estabilidad económica social y política a la población nicaragüense”.
Desde la crisis social surgida a partir de abril de 2018, el gobierno mantuvo congelado el gasto público, aplicando medidas restrictivas en el Presupuesto General de la República, pero ahora, en pleno año electoral, anunció la inversión millonaria en programas de producción, salud, vivienda, infraestructura, y otros.
El economista Luis Núñez, sin embargo, duda del optimismo del estado y advierte que podría únicamente estar orientado a impulsar la campaña electoral del Frente Sandinista.
“No sé sobre qué soporte esta él hablando de aumentar el 25% del gasto público, es decir de 80.000 a 101.000 millones de córdobas, cuando realmente este país no está generando suficientes recursos como para darse el lujo de hacer un aumento en el gasto”, argumentó el especialista.
Añadió que se debe tener mucho cuidado porque “este dinero proviene de la cooperación externa, es decir deuda externa, y se puede dar lugar a que mucho de este dinero no se destine a lo que se tiene que destinar y puede ser destinado a la campaña electoral y a andar promoviendo proyectos que sólo pueden tener un impacto visual”.
Cifras internacionales
Cabe mencionar que organismos internacionales como el Banco Mundial proyectan a Nicaragua como el único país de América Latina que no va a crecer económicamente durante 2021, con una contracción de 0,9%.
Los cálculos del Banco Mundial están por debajo de las cifras más optimistas de otras instituciones.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social proyecta un crecimiento económico de 1,0%, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe estima un crecimiento de 1,3%, mostrando una leve recuperación económica del país, tras una caída de -4% en 2020, según las proyecciones de diciembre.
El ministro Acosta, por su parte, justifica que en 2020 el país presentó un entorno de una mayor recuperación de la actividad económica nacional y mundial después del choque originado por el COVID -19 durante la primera parte del año.
Lo anterior, agrega, se ha reflejado en un mayor dinamismo en la demanda de exportaciones de mercancías, incidiendo positivamente en actividades clave, como el comercio y la industria, y en una mayor estabilidad en el mercado laboral. Sin embargo, para los expertos, las señales de recuperación son bajas.
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