El doctor José Luis Borgen, miembro de la Unidad Médica Nicaragüense (UNM), fue citado este jueves a las instalaciones del Complejo Nacional de Salud (Conchita Palacios) en «carácter obligatorio», confirmó el galeno a este medio de comunicación.
Borgen está citado para este jueves a las 2.00 p.m en el Ministerio de Salud y señaló que no es el único doctor al cual se le notificó la citatoria. «No soy el único que citaron. Hay un especialista en infectología que fue citado a las 4.00 p.m«, dijo Borgen a Nicaragua Investiga.
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«Con instrucciones de la Dirección Superior del Ministerio de Salud, la Dirección de Regulación Sanitaria y Dirección de Asesoría legal, le citan por segunda ocasión y última, para que se haga presente a la Sala de Regulación Sanitaria del MINSA (Complejo Nacional Conchita Palacios)», dice la carta que recibió el médico a través de su correo electrónico.
El médico denunció que no le revelaron el motivo de la citatoria, pero una vez que se presentara le iban a informar al respecto.
Borgen fue citado el 13 de julio ante el Ministerio Público para declarar respecto a la atención médica que brindó a la abogada y opositora María Asunción Moreno Castillo, quien también fue convocada a comparecer ante esta institución.
Agitador sandinista pidió suspensión de licencia médica
El animador político sandinista, Moisés Absalón Pastora, demandó la cancelación de licencia médica para el neumólogo Jorge Miranda, y para quienes integran el Observatorio Ciudadano de Covid-19 en Nicaragua, a los que calificó de «repercutadores de mentiras».
«Pienso que el Ministerio de Salud debe llamar a los que juegan con la salud pública, a que presenten pruebas sobre lo que afirman lo que está sucediendo, y si es cierto corregir, pero si no lo es, entonces cancelar la licencia al gabachudo que miente con esos temas tan delicados», dijo Pastora en tono molesto.
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Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, respaldó el mensaje de repudio de Pastora y amenazó a los medios de comunicación críticos a su gestión de enjuiciarlos, porque no «garantizan que es verdad» lo que se informó sobre la pandemia.
«Son chachalacos, parlanchines», tachó la vocera sandinista, mientras aseguraba que las noticias en contra de su mandato «son mentiras, y las mentiras son un delito».
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