Desde mucho antes de las protestas antigubernamentales de 2018, originadas por las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), ya economistas y expertos habían propuesto una serie de medidas para salvarlo de la quiebra.
Las medidas iban desde reducir el personal del INSS, que el Estado cumpliera sus obligaciones con este, hasta el aumento en las edades de jubilación y la creación de una nueva ley de seguridad social. El problema es que cualquiera sea la reforma, afecta directa o indirectamente a los cotizantes y a todos los nicaragüenses.
Hasta junio de 2019 el déficit del INSS se ubicaba en -707.1 millones de córdobas, en el año 2020 este se elevó drásticamente a -1,119.4 millones.
En el 2021 el INSS cerró con una deuda superior a los 2,697 millones de córdobas, de la cual la mayor parte corresponde a Invalidez, Vejez y Muerte, IVM, (C$ 2,563,043,629.65), y el resto a Riesgos Profesionales (C$ 134,897,033.14), según el Anuario Estadístico 2021.
Régimen nombra a nuevo director de Corporación de Zonas Francas
Activos e inversiones en declive
Las noticias siguen siendo negativas para la institución que resguarda el dinero de las actuales y futuras pensiones de miles de nicaragüenses, ya que sus activos decrecieron en C$2,361 millones, pasando de “24,205 millones de córdobas en 2020 a 21,844 millones de córdobas en 2021”.
La misma tendencia a la baja experimentó la cartera de inversiones que pasó de “8,468.1 millones de córdobas en 2020 a 7,693.3 millones de córdobas en 2021, decreciendo en 9.1 por ciento”, según datos recopilados en el Anuario Estadístico 2021.
¿Se puede salvar al INSS?
La situación del INSS lejos de mejorar empeora cada mes, precisamente porque el número de asegurados no deja de disminuir. Pero ¿hay una esperanza?, ¿se puede salvar al INSS?
Hasta ahora muchos expertos han apuntado que es difícil, por no decir imposible, que el sistema de seguro social colapse, pues si bien maneja dinero privado de los miles de cotizantes y goza de autonomía, es estatal y por tanto, ningún gobierno se atrevería a quebrarlo, pues tendría un peso político fuerte y muestra de ello fueron las protestas antigubernamentales de 2018.
“Es un hecho que (el INSS) está en una situación de insolvencia financiera, pero al ser público no es que ellos van a aceptar de que está quebrado, van a buscar las mil y una maneras de fondear de otro lado, de algún préstamo, dinero destinado para otra cosa, cualquier cosa que cosa que se les pueda ocurrir para que el INSS funcione un día más”, explicó recientemente el economista Marco Aurelio Peña.
Sin embargo, para que el INSS pueda seguir siendo sostenible, el economista afirma que se tendrán que “tomar medidas más drásticas”, tal como lo han señalado durante años otros de sus colegas, así como expertos en seguridad social y organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Sí, se van a ver obligados a tomar medidas más drásticas que pudieron haberse tomado con cierta gradualidad en otro momento, pero no lo quisieron”, señaló Peña.
Las propuestas que se han hecho son las siguientes:
- Que el país supere la crisis económica y política que arrastra desde el 2018 y el INSS logre su real autonomía.
- Reducir y transparentar el gasto administrativo a un 6.5%.
- Ajustar los salarios del personal de la institución a un nivel similar de salarios del gobierno central, eliminar el segundo aguinaldo y la pensión de empleados igual al 100% del salario base.
- Que el Estado se haga cargo de las pensiones de guerra, pensiones especiales y reducidas, y que estas sean reformadas.
- Se debe eliminar o reducir subsidios a esquemas privilegiados como Gobernación y Ejército y asignarlos a extender la cobertura a grupos excluidos.
- Determinar las edades de retiro, periodo de cotización y semanas para calcular el salario base.
- Auditar y transparentar la cartera de inversión del INSS, y liquidar los activos que se alejan de la naturaleza y objetivos de la institución (préstamos para construcción de edificios y participaciones accionarias en empresas, por ejemplo).
- Que el Estado cumpla pagando su deuda con el INSS, haga sus aportes en tiempo y forma como empleador y con la cuota que le corresponde para el gasto de maternidad y enfermedad, así como incrementar su aporte.
- Incrementar los ingresos por cotizaciones. Se debe aumentar el número de asegurados activos.
- Elevar la cotización a empleados y empleadores.
- Aumentar la edad de jubilación y semanas a cotizar.
“La Piñata” en los 80: más 20 mil propiedades tomadas por el sandinismo
El impacto de la anterior reforma
Son muy pocas las medidas propuestas que no van a tener impacto negativo en el bolsillo de los nicaragüenses y especialmente de los cotizantes. Estas son las que se tienen que ver desde lo interno, en la parte administrativa de la institución, el resto tendrán un impacto menor hasta volverse gradualmente mayor.
Por ejemplo, el aumento en el porcentaje patronal y de los trabajadores. Con las reformas por las que se originaron las protestas de 2018 y que luego fueron reprimidas brutalmente por el aparato estatal, se obligó a las empresas a pasar de aportar 19 % al 22.5 % del salario bruto de cada trabajador en concepto de INSS patronal.
En el caso de los trabajadores, pasaron del 6.25 % al 7 % de su salario bruto. Para quienes trabajan por cuenta propia, dejaron de pagar 18.25% del salario establecido a depositar al INSS 22.25 %, en el caso de la modalidad con atención médica (integral); y para cotizar a una pensión de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) sin atención médica, pasó del 10 % al 14 % de su salario.
En esa misma reforma se modificó la fórmula de cálculo de la pensión, además bajó la tasa de reemplazo máxima del 80 % al 70 %, es decir, lo más a lo que se puede aspirar como pensión es al 70 % del salario promedio con el cual usted se va a jubilar.
Ortega se blinda con casi US$5,000 millones en reservas internacionales
Por si fuera poco, hasta quienes ya estaban jubilados se vieron obligados a seguir aportando al INSS el 5 % de sus raquíticas pensiones con el fin de garantizar su atención médica, pese a que esto debería estar cubierto tras sus años de cotizaciones. Además de ello, se redujeron las asignaciones familiares para quienes tenía una pareja en unión de hecho estable del 15 % al 13.5 % y en el caso de los hijos menores de edad (hasta 21 años si están estudiando y solteros) o dependientes ascendientes (sus padres) mayores de 60 años, el porcentaje bajó de 10 % a 9 %.
¿Qué pasará ahora?
Aún no se sabe cuál será el camino que tome el régimen de Ortega para sostener al INSS, pero sin duda el mayor afectado será usted, pues de haber nuevas reformas, serán los cotizantes los más afectados, tendrán que trabajar y aportar más a la institución para recibir una paupérrima pensión cuando se tengan que jubilar.
Ahora bien, si el Estado financia el déficit del INSS con dinero estatal o lo hace a través de préstamos con instituciones internacionales, el cotizante acabará dando su aporte y a parte, al igual que los demás nicaragüenses, pagará con sus impuestos las deudas, que en consecuencia reducen el presupuesto para inversión en educación, salud e infraestructura.
You must be logged in to post a comment Login