El régimen de Daniel Ortega habría logrado llevar a la quiebra al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) disminuyendo las reservas técnicas a menos 2,697 millones de córdobas, según el Anuario Estadístico 2021.
Ortega y su gabinete recibió la «mesa servida» en 2007 con un superávit de 1,700 millones de córdobas en las arcas del INSS y una cartera saneada. Pero, desde el 2013, empezó a registrar déficit de dinero con una dictadura que la usó como «caja chica» para sus allegados.
De acuerdo al informe, el INSS cerró el 2021 con una deuda superior a los 2,697 millones de córdobas, de la cual la mayor parte corresponde a Invalidez, Vejez y Muerte, IVM, (C$ 2,563,043,629.65), y el resto a Riesgos Profesionales (C$ 134,897,033.14).
En 2020 las reservas técnicas del INSS alcanzaron 273 millones de córdobas.
Más trabajadores por cuenta propia
Asimismo, el documento confirma que en los últimos 10 años el crecimiento del número de asegurados es de apenas 21.5 por ciento, pasando de 623,458 asegurados en 2012 a 757,548 en 2021.
Se observa que muchos nicaragüenses han optado por el seguro facultativo integral (35,144 personas afiliadas en 2021) y el seguro facultativo de IVM (13,491).
Se trata de un «crecimiento significativo» y «esta tendencia es resultado de la gestión que ha realizado la institución en la captación de trabajadores por cuenta propia», señala el INSS.
El número de pensiones en curso de pago presenta, al mismo tiempo, un crecimiento significativo al pasar de 145,426 pensiones en 2012 a 306,054 al finalizar el año 2021.
Más adultos mayores en el país
Durante el periodo 2013 y 2014, cuando ya se hablaba de la insostenible situación del INSS, se observó el mayor incremento anual en el número total de pensiones en curso de pago, debido a la pensión reducida, confirma el informe. Las pensiones incrementan cada año. En el 2021, crecieron 4.2% con relación al año anterior.
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En contraste, en el programa de Víctimas de Guerra se observa una disminución de pensionados de 2016 a 2021 «producto del ciclo natural de vida».
Y las pensiones ordinarias de IVM pasaron de 100,818 en 2012 a 257,874 en 2021 por «el crecimiento natural del número de adultos mayores». Las pensiones de vejez presentan un aumento de 92% de 2012 a 2021.
Quiebra del INSS era «una bomba de tiempo»
«Esta crisis del INSS demanda transparencia y acciones inmediatas. Era una bomba de tiempo que en cualquier momento iba a explotar por la irresponsabilidad de Daniel Ortega al ocuparlo como caja chica para dar prebendas a sus fanáticos«, expresó Luis Blandón, vocero de la organización política UNAMOS.
El activista, cuya organización viene denunciando la situación, dijo a Nicaragua Investiga que el problema es que «el INSS se queda sin reservas para garantizar pensiones a los futuros jubilados, pero también se encuentra en una insolvencia total, según analistas».
Recordó que fue la crisis en la Seguridad Social la que avivó la inconformidad de la población y desencadenó las protestas sociales de 2018 y, en vez de encontrar una solución, la violenta respuesta del régimen ha provocado el éxodo masivo de los nicaragüenses y la falta de inversión. Además, Ortega publicó una reforma unilateral que ha servido de parche para la institución.
«La sociedad nicaragüense está envejeciendo y no se está apovechando el bono demográfico. Hay políticas que te obligan a salir del país, no hay una fuerza laboral pujante que pueda ayudar a enfrentar el problema del INSS. Tampoco hay grandes inversiones, mientras no se le demuestre seguridad jurídica y democrática ¿Cómo logramos que nuevas empresas generen fuentes de empleo?».
Para Blandón, la reforma profunda al INSS, que plantean expertos como solución a la crisis, debe ser consultada con la sociedad nicaragüense, el patronato y trabajadores.
Reforma Integral al INSS
Expertos proponen que, ante todo, el país supere la crisis económica y política que arrastra desde el 2018 y el INSS logre su real autonomía.
A su vez, instan a resolver problemas financieros como el cumplimiento estatal de obligaciones, y reducir el personal administrativo.
El docente Carmelo Mesa-Lago, autor del estudio «La seguridad social en Nicaragua: Diagnóstico y recomendaciones para su reforma», señala que el gasto administrativo se debe reducir a un 6.5%, ajustar los salarios del personal de la institución a nivel similar de salarios del gobierno central y eliminar el segundo aguinaldo y la pensión de empleados igual al 100% del salario base.
También recomienda que el Estado se haga cargo de las pensiones reducidas y estas sean reformadas.
Asimismo, el régimen sandinista debe eliminar o reducir subsidios a esquemas privilegiados como Gobernación y Ejército y asignarlos a extender la cobertura a grupos excluidos.
Mesa-Lago considera necesario determinar las edades de retiro, periodo de cotización y semanas para calcular el salario base, entre otras reformas.
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