El régimen de Daniel Ortega anunció que el 30 de abril iniciará el Censo Nacional de Población y Vivienda, y que para llevarlo a cabo está preparando a casi 8 mil personas.
Mediante un comunicado oficial, divulgado este miércoles, el régimen informó que el Instituto de Información y Desarrollo (INIDE) estará capacitando del 10 al 17 de abril de manera simultánea en todos los municipios a los 7,966 encuestadores, personal técnico y coordinadores municipales.
«En este censo visitarán las familias a partir del 30 de abril y durante los meses de mayo y junio para recopilar información estadística sobre las personas que habitan en los hogares y las condiciones de las viviendas, que nos permitirá actualizar y conocer cuántos habitamos en Nicaragua, la estructura de su población y cómo está distribuida», explica el comunicado.
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La administración sandinista también expresa que «dicha información servirá para enfocar las políticas públicas en mejorar los programas sociales de atención a nuestra población, que tanto bienestar y progreso han llevado a nuestro país».
Campaña para que la población hable con confianza
Como parte del censo, el régimen asegura que ejecutará «una campaña de comunicación en los medios para invitar a la población a brindar con confianza la información estadística que les soliciten los encuestadores, como ha ocurrido siempre en los censos y encuestas que realiza esta institución».
Casi 20 años sin un censo
Es importante recalcar que el régimen de Daniel Ortega, pese a llevar más de de 17 años al frente del país y haber emprendido profundas cambios políticos para afianzar su poder, no había realizado un censo poblacional, ya que el último data del 2005, durante la administración el presidente Enrique Bolaños.
El censo de hace casi 20 años arrojó que Nicaragua tenía una población de 5 millones 483 mil personas. Las estimaciones son que actualmente la población se ha elevado a unos 6.9 millones, de acuerdo al Banco Mundial.
No obstante, hay que señalar que desde el 2018, cuando el régimen reprimió brutalmente con armas de guerra las protestas antigubernamentales e instauró un estado policial, sumando a ello la crisis económica, ha hecho cientos de miles de nicaragüenses emigren en busca de libertad y mejores oportunidades de vida en Estados Unidos, Costa Rica y otros países.
También hay que mencionar que existe mucha desconfianza sobre las estadísticas que presenta la administración sandinista en cuanto al desempleo, el índice de pobreza e incluso el crecimiento económico. Uno de los manejos más polémicos de estadísticas por parte del régimen fue en relación al COVID-19, ya que organismos y expertos en salud coinciden en que escondió los verdaderos y alarmantes números de muertes provocados por la pandemia.
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