El programa de parole humanitario inició en enero de 2023 como una estrategia del gobierno de Estados Unidos para frenar la migración irregular.
La situación de inestabilidad política y económica de Nicaragua favoreció que fueran miles los ciudadanos que decidieran aplicar a esta opción para buscar mejores oportunidades.
Desde que el programa abrió sus puertas hasta junio de este 2024, año y medio después, al menos 93,325 nicaragüenses fueron autorizados para viajar, según indica el sitio web de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, de estos, 86.101 ya llegaron a territorio norteamericano «y se les concedió la libertad condicional». Esto quiere decir que 7,224 personas aun están pendientes de concretar su viaje.
El gobierno de Estados Unidos dice que «estos procesos han impedido que cientos de miles de personas migren de manera irregular, a menudo a manos de redes de contrabando», y especificaron que «los viajeros que llegaron por vía aérea a Estados Unidos aumentaron un 11% de junio de 2023 a junio de 2024».
Ciudadanos de otros países como Cuba, Venezuela y Haití, también son beneficiarios de este programa. Hasta finales de junio de 2024, 106.757 cubanos, 205.026 haitianos y 118.706 venezolanos fueron examinados y autorizados para viajar; siendo los originarios de Haití los que más son elegidos para el programa.
Incertidumbre entre «paroleados» por elecciones
Pamela Gutiérrez (identidad protegida), una nicaragüense que llegó a Estados Unidos con parole humanitario en abril de 2023, asegura que el programa es muy beneficioso porque «tenés acceso a tu permiso de trabajo y a tu social (número de identificación), y eso ayuda mucho a que podás tener acceso a mejores trabajos si tenés inglés, y también a mejores condiciones laborales, sentís que salís de ese miedo que tienen algunos migrantes que ingresan de forma irregular».
Pamela dice que a pesar que desde hace algunos meses el programa parece ir más lento que cuando empezó, si «hay personas que siguen viniendo».
A ella le quedan 9 meses de programa, porque este tiene una duración de dos años, sin embargo, debido a que solicitó asilo político, puede quedarse en Estados Unidos después de la fecha mientras hay una resolución sobre su caso.
Ahora mismo, dice que entre los conocidos como «paroleados», hay una gran incertidumbre por los resultados de las elecciones que tendrán lugar el 5 de noviembre de este año.
«Las especulaciones son que si gana Trump, él va a cerrar el programa o lo va a poner más estricto y si gana Biden se cree que lo va a ampliar dos años más, pero todavía no hay nada específico», indica la joven.
Gutiérrez dice que a pesar que el programa de parole humanitario es muy efectivo y beneficioso, hay algo que no le parece apropiado.
«Lo que no me gusta es que no tenga filtros porque han venido personas allegadas a la dictadura a beneficiarse de las cosas que ellos criticaban, pero de lo contrario funciona muy bien», cuestiona.